Para desgracia de la comunidad, desde hace algunos años, la inseguridad se tomó a Pescadero, uno de los barrios que conforman la comuna 5 de Cúcuta. Además del caos en la movilidad y el deterioro de algunos escenarios deportivos, la delincuencia llegó a este sector para no irse.
Aunque es uno de los barrios más concurridos de la ciudad, por su proximidad con la Terminal de Transporte de Cúcuta y tener varias instituciones educativas como el SENA o el Colegio Municipal Gremios Unidos, durante las noches los habitantes de la calle salen a ‘hacer de las suyas’.
Peligro latente
Alfonso Sanabria, presidente de la Junta de Acción Comunal (JAC), destacó en su momento que aunque el barrio tiene buen alumbrado público, la soledad en las calles por las noches hace sentir inseguros a los residentes, quienes generalmente no acostumbran a salir de sus viviendas después de las 8:00 de la noche.
“Muchas veces nosotros vamos caminando y sentimos la presencia de alguien que nos está observando desde atrás, lo cual genera una zozobra terrible en la comunidad, y por ello procuramos salir lo menos posible cuando anochece”, comentó una residente del sector.
Rodeado por dos canales
Una de las razones que explican la gran presencia de habitantes de calle se debe a que el barrio colinda con el canal Bogotá, escenario ideal para que dichas personas puedan dormir y consumir sustancias alucinógenas.
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Del mismo modo, hay otro canal que se encuentra cerca de la Avenida Camilo Daza y el templo Nuestra Señora de la Candelaria, en las inmediaciones de Sevilla, barrio aledaño a Pescadero.
El 'Parque de la Piedra'
La problemática de la inseguridad en el barrio Pescadero se ve reflejada en el parque principal, ya que además de que el escenario se encuentra en un deterioro considerable, los habitantes de la calle también hacen presencia en el lugar.
El lugar de esparcimiento, que a su vez es el parque principal del barrio, está ubicado en la avenida 6 con calle 2, a escasos metros del colegio Municipal Gremios Unidos.
Lo que anteriormente era un escenario de esparcimiento para los residentes del barrio, alumnos de los colegios más cercanos y estudiantes del SENA, se convirtió en un punto de encuentro para los habitantes de la calle durante las noches.
No obstante, el ‘Parque de Piedra’, como se conoce este lugar, aún es funcional, de acuerdo a la opinión de la comunidad, pero le falta un mantenimiento general, porque desde su remodelación total en el 2016, no ha vuelto a ser intervenido.
Aún hay buen comercio
Pese a no tener un mantenimiento, el escenario goza de buen comercio, porque los administradores actuales del parque venden pasteles dentro del mismo y están pendientes de la vigilancia, mientras atienden su negocio.
Asimismo, hay otras tiendas aledañas al parque y algunos negocios informales en la zona, por ello, a la hora de entrada y salida de los estudiantes de las instituciones educativas de la zona, el ‘Parque de la Piedra’ permanece relativamente lleno.
Por otro lado, aunque ya no haya tanta presencia de jóvenes haciendo ejercicio porque las barras paralelas están completamente oxidadas, todavía hay miembros de la comunidad que disfrutan del escenario, aunque sean pocos.
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