En 1989, el Carnaval de Barranquilla vivió una transformación histórica gracias a Laura Char Carson. Hija del influyente Simón Char, miembro de la dinastía Char, y capitana del Club Campestre, Laura comprendió que su rol como reina iba mucho más allá de portar una corona: era un puente entre la tradición y la modernidad, entre la élite y el pueblo.

Su coronación en el Paseo Bolívar reunió a más de 50.000 personas, un récord para la época. A diferencia de años anteriores, donde las celebraciones eran exclusivas, Laura decidió llevar el Carnaval a cada rincón de la ciudad.

Con eventos gratuitos y abiertos al público, como la Batalla de Flores y el Festival de Orquestas, permitió que miles de barranquilleros vivieran la fiesta sin restricciones. 

El desfile de la Batalla de Flores, que en esa época recorría la carrera 43, fue un espectáculo inolvidable. Laura desfiló en una carroza acompañada por Wilfrido Vargas, luciendo un vestido diseñado por Alfredo Barraza. Este atuendo, considerado una joya de la época, fue el segundo que Barraza confeccionó para una reina del Carnaval y sigue siendo un referente de elegancia y tradición.

Pero más allá de su porte y belleza, Laura destacó por su cercanía con la gente. Gloria Peña, maestra de danza que la acompañó durante su reinado, la recuerda con cariño: “¡Uy, intocable! Alumna mía, maravillosa. Llevamos el Carnaval al Paseo Bolívar, que nadie se atrevía”.

Edgar Herazo, conocedor de reinas y compañero en varios eventos, también la evoca con admiración: “Íbamos a los municipios. Fuimos a Sabanalarga, ella empezó a cantar y entonces el pueblo se enloquecía. Cantaba mucho ‘La Luna de Barranquilla’ y ‘La Guacherna’”.

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Una de las anécdotas más recordadas ocurrió cuando, en medio de su apretada agenda, se dirigía a la cumbiamba del Club Alemán. Mientras iba en moto por la calle 84, su pollera se enredó en las aspas y se rasgó por completo. “Fue un momento de susto, pero ella lo manejó con la gracia que la caracterizaba. Los policías corrieron a cubrirla con sus chaquetas. Su madre, al enterarse, casi se la come viva”, comenta Edgar entre risas.

En su hogar, la hospitalidad era ley. “La olla de sancocho siempre estaba hirviendo”, recuerda Edgar, señalando cómo las puertas de su casa permanecían abiertas para comparsas, danzas y amigos. Eran otros tiempos, donde la reina del Carnaval tenía una conexión genuina con la gente.

Laura Char Carson es la mamá de Sofía Carson

Hoy, Laura Char Carson vive en Estados Unidos, alejada del ojo público y dedicada al sector inmobiliario. Su legado como reina del Carnaval de Barranquilla sigue vivo en la memoria colectiva de la ciudad.

Su hija, Sofía Carson, ha seguido sus pasos en el mundo del espectáculo. Actriz y cantante, Sofía ha participado en producciones de Disney Channel como ‘Descendientes’; y ‘Corazones malheridos’ y ‘Mi año en Oxford’ de Netflix.

También ha trabajado con artistas de renombre como Andrea Bocelli y a través de su madre, Sofía mantiene viva la conexión con sus raíces colombianas y con el legado de Laura Char Carson.

El Carnaval de Barranquilla de 1989, conocido como el “Charnavalazo”, es recordado como uno de los más alegres y mejor organizados de la historia reciente. La combinación de eventos gratuitos, la participación activa del pueblo y la calidad artística estableció un nuevo estándar para las festividades.

El legado de Laura Char Carson como reina del Carnaval de Barranquilla es un testimonio de su dedicación, pasión y amor por su ciudad. Su historia sigue inspirando a nuevas generaciones a valorar y preservar las tradiciones culturales, y su imagen permanece inmortalizada gracias a un vestido que trascendió el tiempo y al recuerdo de su cercanía con la gente.

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