La inseguridad en el ciberespacio es una de las principales amenazas para el crecimiento económico y la competitividad de América Latina, tanto que anualmente le cuesta a la región más de US$ 261.000 millones, según datos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Investigaciones de la institución señalan que el costo del crimen y la violencia en internet equivale al 3,55% del Producto Interno Bruto (PIB) de Latinoamérica, una cifra que supera ampliamente la inversión en infraestructura en países desarrollados.
En Colombia, los ciberataques dejan pérdidas de más de $7 billones al año, principalmente por fraudes y ransomware. En promedio, cada ataque tiene un impacto económico de $1.000 millones por empresa.
Es por este escenario que el Consejo Nacional de Seguridad Privada y Federación Colombiana de Empresas de Vigilancia y Seguridad Privada (Fecolsep) organizaron el primer Congreso de Seguridad de las Américas, que comenzó este jueves y terminará el sábado, 30 de agosto, en Panamá.
“El Congreso busca abrir un diálogo entre gobiernos, empresas y sociedad civil para construir un modelo de seguridad integral y humana, basado en la cooperación, la tecnología y el respeto por los derechos fundamentales”, aseguró el presidente del Consejo Nacional de Seguridad Privada, César Rodríguez.
El evento reúne a más de 500 líderes políticos, empresarios, altos mandos militares, expertos, ministros y secretarios de seguridad de México, Colombia, Panamá, Guatemala, El Salvador, Costa Rica y Estados Unidos, así como representantes de asociaciones especializadas de toda América Latina, con el objetivo de anticipar los riesgos que amenazan la estabilidad de la región.
César Rodríguez, presidente del Consejo de Seguridad Nacional.
Se programaron ponencias magistrales, paneles internacionales, conversatorios temáticos y espacios de networking estratégico con temas como impacto económico de la inseguridad en la competitividad e inversión extranjera, cibercrimen y protección de infraestructuras críticas; neuroseguridad e inteligencia artificial aplicada al delito; migración, cambio climático y crimen organizado transnacional; innovaciones tecnológicas en vigilancia, análisis de datos y gestión de riesgos empresariales.
César Rodríguez enfatizó que el evento en un espacio único para anticipar tendencias, generar alianzas de alto nivel y explorar cómo la innovación tecnológica, la cooperación regional y la resiliencia institucional pueden marcar la diferencia entre el rezago y el desarrollo sostenible.
Subrayó que lo que allí se discuta tendrá repercusiones directas no solo en la seguridad ciudadana, también en la capacidad de los países para atraer inversión, proteger sus cadenas de valor y garantizar un entorno estable para las próximas décadas.