Con un desfile vibrante, colorido y lleno de energía, miles de personas pertenecientes a la comunidad Lgbtiq+ tomaron ayer las principales calles de Cúcuta para celebrar el Festival del Orgullo 2025. Desde tempranas horas de la tarde, la Ciudadela Juan Atalaya fue el punto de partida de una marcha sin precedentes que se extendió por más de diez kilómetros hasta culminar en la emblemática Plaza de Banderas, en pleno corazón de la ciudad.
La movilización, que transcurrió en completo orden, estuvo marcada por comparsas, carrozas, música, coreografías y disfraces que capturaron la atención de ciudadanos a lo largo de la ruta. Pero más allá del espectáculo, la comunidad diversa quiso dejar en claro un mensaje profundo: igualdad, inclusión y respeto por todas las formas de ser y amar.
"Somos igual de importantes": una exigencia con orgullo
Claudia Velandia, integrante del comité organizador del festival, fue enfática al señalar que el evento no solo buscaba celebrar el orgullo de ser quienes son, sino también visibilizar las barreras que aún enfrenta esta comunidad en Cúcuta. “Llegó el momento de alzar la voz y demostrar que somos igual de importantes a las demás personas que viven en esta capital”, afirmó.
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Velandia explicó que el objetivo fue mostrar la magnitud y diversidad de los colectivos LGBTI+ en la ciudad, al tiempo que se envió un llamado urgente a las autoridades y a la sociedad en general para reconocer plenamente los derechos de esta población, que históricamente ha sido marginada de los espacios de decisión y participación ciudadana.
Apoyo institucional y mensaje del Ministerio de Cultura
La masiva jornada contó con el respaldo logístico e institucional de la Gobernación de Norte de Santander, la Alcaldía de Cúcuta, la Policía Metropolitana, la Secretaría de Salud, el Instituto Municipal de Recreación y Deporte (IMRD), Tránsito Municipal, la Personería, Comfanorte, Supergiros, Corprodinco, así como de empresas del sector privado.
Al cierre de la jornada, el Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes envió un mensaje de respaldo a la comunidad diversa del país, reiterando su compromiso con la defensa de los derechos humanos y la promoción de entornos seguros para todas las personas, sin importar su identidad o expresión de género. Además, expresó su apoyo a la iniciativa #LeyIntegralTransYa, un proyecto que busca garantizar de manera específica los derechos de las personas trans en Colombia.
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“Hoy reafirmamos que una verdadera cultura de paz es el lugar donde podemos ser en libertad y dignidad. No es posible pensar las artes y la cultura por fuera de las diversidades humanas. Aprendemos de los movimientos socioculturales Lgbtiq+y trabajamos para que cada espacio sea un entorno seguro para amar y para reconocer su legado al patrimonio inmaterial de la nación”, se leyó en el comunicado ministerial.
Celebración en la Plaza de Banderas: arte, música y resistencia
La jornada culminó con una gran fiesta cultural en la Plaza de Banderas, donde artistas locales y nacionales se presentaron en un espectáculo que combinó baile, música, intervenciones artísticas y discursos de activistas que recordaron la importancia de seguir luchando por una sociedad más equitativa y respetuosa con la diversidad.
La celebración, que fue ampliamente aplaudida por los asistentes, se convirtió en un símbolo de resistencia y esperanza, en una ciudad donde los desafíos aún son muchos, pero donde la comunidad LGBTI+ ha demostrado que está más unida y fuerte que nunca.
Una manifestación nacional por el amor y la diversidad
El festival del Orgullo en Cúcuta se sumó a las marchas y movilizaciones realizadas durante el fin de semana en otras ciudades del país como Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla y Bucaramanga. En todas ellas, el mensaje fue claro y unificado: el respeto por el amor en todas sus formas y la necesidad de políticas públicas que garanticen igualdad de derechos.
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Así, el Orgullo Lgbtiq+ por la Igualdad no fue solo una celebración de identidad, sino una manifestación política, artística y social que, una vez más, puso sobre la mesa las realidades que viven millones de personas en Colombia y la urgente necesidad de avanzar hacia una sociedad más justa e incluyente.
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