Tras la captura ‘Otoniel’, el presidente de la República, Iván Duque aseguró que se marcaba el fin del ‘Clan del Golfo’, estructura criminal que envía toneladas de cocaína hacia Centroamérica y Estados Unidos por la región de Urabá.
No obstante, expertos señalan que la detención, si bien es un golpe importante para la organización, no implica su fin, sino que, como pasó cuando capturaron a ‘Don Mario’, lo más probable es que haya un sucesor que salga del estado mayor de la organización.
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Lo anterior, pues, contrario a lo que muchos creen, el Clan no está unificado. Según lo explica el experto en conflicto armado, Ariel Ávila, “es una organización que llaman de tercera generación, porque está muy descentralizada, con mucha autonomía que funciona en red”.
Su fuerza élite, que se denomina 'Autodefensas Gaitanistas' y dentro de los territorios tienen contratadas varias estructuras de paramilitares que se llaman 'Urabeños', mediante los cuales ejercen control.
Según el director del Centro de Estudios en Seguridad y Paz, Néstor Rosanía, no importa quién muera o quién sea capturado dentro de la organización, porque, simplemente, “ponen caras nuevas, pero todo sigue funcionando igual”. Algo así como a rey muerto, rey puesto, salvo que en este caso no son reyes, sino vasallos.
El director de Indepaz, Camilo González Posso señala que, "va a darse toda una sucesión con grandes conflictos ahí adentro. Hay otros mandos tácticos importantes en ese grupo como alias ‘Chiquito malo’, otros que le llaman ‘Chapus’ y ‘Gonzalito’, de modo que se viene una confrontación interna".
Según las autoridades, en los últimos 10 años al menos 3.000 integrantes del Clan del Golfo han sido capturados; de ellos, 5 mandos han sido de primera línea y la estructura siempre se ha reorganizado, por lo que analistas descartan que tras la captura de ‘Otoniel’ haya algún tipo de sometimiento ante la justicia.
En ese sentido, según los dosieres policiales, la lista de candidatos comienza con Jobanis de Jesús Ávila Villadiego 'Chiquito Malo', desmovilizado del bloque Bananero de las Auc, pedido en extradición por EE.UU. y considerado el número dos del cartel.
Le sigue Wilmar Antonio Giraldo Quiroz 'Siopas', exguerrillero de los frentes 5° y 58 de las Farc, y actual comandante del bloque Pacífico del Clan, con influencia desde Chocó hasta Nariño.
Y José Gonzalo Sánchez Sánchez 'Gonzalito', primo de crianza de 'Otoniel', desmovilizado del bloque Catatumbo de las Auc y cabecilla del bloque Roberto Vargas Gutiérrez del Clan, que opera en Córdoba, Sucre y Bajo Cauca.
Las fuentes de Inteligencia precisaron que ninguno tiene la capacidad de aglutinar que caracterizaba a 'Otoniel', por lo que prevén disputas internas y divisiones por el poder.
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¿Quién es ‘Chiquito Malo’?
‘Chiquito Malo’ es señalado como el próximo cabecilla del Clan del Golfo, ya que era la mano derecha de alias ‘Otoniel’ y era el encargado de coordinar, hasta el momento, el armamento del grupo y otros asuntos.
Fue desmovilizado del Bloque Bananeros de las Autodefensas Unidas de Colombia en el 2004, sin embargo, volvió al radar de las autoridades colombianas y estadounidenses en el 2018 y, especialmente, este año, luego de tomar el mando tras la baja de alias ‘Marihuano’ por parte del Ejército.
De acuerdo con las investigaciones, las zonas de injerencia de alias ‘Chiquito Malo’ antes de reemplazar a ‘Marihuano’ eran los municipio de Turbo, El Tres y Currulao en el Urabá antioqueño. A la fecha, Jobanis Ávila tiene circular roja de la Policía Internacional (Interpol) y por él las autoridades colombianas ofrecen $500 millones.
De hecho, según informes de la Fuerza Pública, 'Chiquito Malo' siempre ha estado al frente de las actividades de producción y comercialización de cocaína en el 'clan', llegando a ser la cabeza de la estructura que se mueve en la región de Urabá y el municipio de Turbo, en Antioquia.
Dentro de la organización, primer fue nombrado como uno de los cabecillas de la subestructura Central Urabá-Turbo, con influencia en zona rural de dicho municipio, donde coordinó acciones contra la Fuerza Pública.
Posteriormente asumió como cabecilla principal de esa subestructura, donde dirige las actividades ilícitas relacionadas con el control del narcotráfico, extorsiones y acciones armadas contra la Fuerza Pública.
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