Cansados del pésimo servicio de salud ofrecido en los últimos años, renace la idea de crear la Empresa Social del Estado (ESE) de la zona del Catatumbo.
La mordedura de una culebra, el parto complicado de una campesina y el tratamiento urgente de un agricultor que caiga en un campo minado producto de la insensatez de los grupos que operan al margen de la ley se convierten en el dolor de cabeza de las comunidades ubicadas en las regiones apartadas.
Moradores del Alto de Bobalí, jurisdicción del municipio de El Carmen están obligados a sacar a los pacientes por el sur del departamento del Cesar pasando por Aguachica, Ocaña hasta llegar a Ábrego.
Aseguran que están en total abandono y se requiere revisar el ordenamiento territorial para facilitar ese derecho fundamental a la vida y a la salud.
Ante esa situación los mandatarios de El Carmen, Wilfredo Gélvez Prado; Teorama, Robinson Salazar Benítez y Convención, Dimar Barbosa Riobó, emprendieron una cruzada encaminada a lograr la autonomía presupuestal y administrativa en aras de una mejor atención asistencial.
Consideran que los pacientes viven una verdadera odisea a la hora de acceder a los distintos servicios por parte de la ESE noroccidental de Ábrego.
Están preparando un documento y solicitarán una reunión con el gobernador y diputados de Norte de Santander, para modificar la ordenanza y lograr la conformación de una entidad para ejecutar los programas sociales en la región.
El dedo en la llaga
Los usuarios de la Empresa Social del Estado Noroccidental de Ábrego ya no aguantan más tanta desidia y abandono, por lo que claman un salvavidas.
Leonor García Pérez, paciente diabética, dirige cartas para la intervención de la Superintendencia Nacional de Salud, Ministerio de Salud y Protección Social, Gobernación, Asamblea de Norte de Santander y la coordinadora de la ESE de Ábrego, donde expone la difícil situación registrada en la IPS José Santos Illera de El Carmen.
“Nada nos favorece, administrativa ni geográficamente, ya que como habitantes esperamos un cambio para mejorar, todo lo contrario, los servicios son pésimos”, explica Pérez.
Denuncia la ausencia de personal médico para atender la consulta externa, pues solo se cuenta con uno de urgencias. Asimismo, que los médicos trabajan 24 horas cada uno y los equipos de laboratorios, odontología y las demás dependencias están en mal estado. Además de que no existen medicamentos y las instalaciones están totalmente deterioradas.
“Algunos elementos que tuvimos como rayos X, la incubadora pediátrica y otros, desaparecieron como por arte de magia, todo por el amor al dinero. Existe una sola bala de oxígeno para atender a pacientes con afectaciones agudas respiratorias”, señaló Pérez.
El alcalde de Convención, Dimar Barbosa Riobó, manifiesta que esta es una lucha de muchos años de los alcaldes del Catatumbo.
Por su parte, el alcalde de El Carmen, Wilfredo Gélvez Prado, espera que las diligencias surtan efecto para velar por una mejor salud para los pobladores de la zona.
“Poder independizarnos o descentralizarnos porque hoy es la ESE de Ábrego la que tiene la responsabilidad de ofrecer los servicios, no solamente de El Carmen sino de Convención y Teorama. Estamos buscando la forma de solicitar al gobierno departamental y al Ministerio de Salud que nos permita evaluar si nosotros podemos ser auto sostenibles como municipios para hacernos responsables de nuestra propia salud”, expresó Gélvez.
Generar el debate
El diputado por la provincia de Ocaña, Ramón José Cabrales Camacho, califica como ‘absurda’ la distribución de los pacientes en cada una de las ESE y hace el llamado a un análisis profundo de la situación para modificar la ordenanza en el interior de la Asamblea de Norte de Santander.
“Se ha demostrado que la ESE no funciona y he solicitado a la Comisión de Salud un debate para lograr una reingeniería de esas entidades que no tienen ningún sentido y generan el abandono hacia los campesinos de la región. Me duele lo que está ocurriendo y se deben tomar los correctivos. Es lamentable el manoseo de unos cuantos que se amparan bajo la caparazón de la corrupción”, indicó Cabrales.
Señaló que se debe hacer un reordenamiento, pues esa situación afecta a más de 60 mil habitantes. “Es una locura lo que está ocurriendo, pues hace más de 20 años se acomodaron las cargas por intereses políticos y no de acuerdo por la necesidad de los usuarios. Infortunadamente la pandemia ha retrasado el debate con los gerentes de las ESE para conocer esas realidades”, precisó Cabrales, quien considera que es factible hacer una redistribución.
“En últimas lo que varía es la transferencia de los recursos de acuerdo al ordenamiento geopolítico escogiendo a las entidades con mayor capacidad de servicios”, reiteró.
Robinson Salazar Benítez, alcalde de Teorama , se suma a la iniciativa y solicita a los diputados y el gobernador que entienda los grandes problemas registrados en la región.
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