Una jornada de turismo en el corazón del Eje Cafetero terminó en tragedia luego de que un bus de servicio especial, que transportaba pasajeros desde Guacarí, cayera al río Quindío en la vía que conecta el municipio de Salento con el Valle de Cocora, uno de los destinos más visitados por viajeros nacionales y extranjeros. La emergencia obligó a desplegar un amplio operativo por parte de los organismos de socorro del departamento.

El accidente se produjo este 29 de junio de 2025, cuando el automotor, que se desplazaba por una de las rutas más concurridas de la región, perdió el control por causas que aún están bajo investigación. Según versiones preliminares, el conductor, cuya experiencia en esta zona montañosa está siendo evaluada, habría excedido los límites de velocidad. Sin embargo, esta es solo una de las hipótesis que se manejan.

Autoridades investigan fallas humanas o mecánicas

La caída del vehículo al cauce del río generó momentos de pánico entre los ocupantes, algunos de los cuales intentaron auxiliar a sus compañeros mientras otros se comunicaban con las autoridades. Aunque no se ha confirmado aún el número exacto de personas lesionadas ni se ha descartado la posibilidad de víctimas fatales, el hecho ha generado alarma tanto en la comunidad de Salento como en el municipio de origen de los turistas, Guacarí, en el Valle del Cauca.

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La dificultad para acceder a la zona del accidente ha ralentizado las labores de rescate y atención médica. Las condiciones del terreno, sumadas a la ubicación del bus en el cauce del río, han complicado el trabajo de los socorristas, quienes siguen en la zona realizando labores de búsqueda y verificación del estado de los pasajeros.

Emergencia reactiva debate sobre seguridad turística

Lo ocurrido ha reabierto el debate sobre la seguridad en el transporte turístico en el Quindío. Ciudadanos y autoridades han expresado su inquietud por el estado mecánico de los vehículos y la formación de los conductores, especialmente en rutas que requieren mayor pericia por su topografía.

Desde la administración departamental se hizo un llamado urgente a reforzar los controles sobre las empresas de transporte turístico, exigir el cumplimiento de los protocolos técnicos y legales, y garantizar que los vehículos estén en óptimas condiciones. Además, se insistió en la necesidad de coordinar de manera más eficaz entre las entidades responsables de movilidad y turismo para evitar que tragedias como esta se repitan.

Mientras tanto, la comunidad permanece a la espera de un reporte oficial que esclarezca cuántas personas resultaron heridas o fallecieron, en medio de una creciente preocupación por la integridad de quienes buscaban conocer la belleza del paisaje cultural cafetero.

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