Si alguna vez ha estornudado al salir a la luz del sol o exponerse a una fuerte iluminación, podría padecer de foto estornudo.
Se trata de un reflejo de los ojos que conlleva a que la persona estornude involuntariamente, al menos 3 veces de manera seguida.
La revista Scientific American señala que el foto estornudo se presenta en el 15% al 20% de la población mundial que se expone a la luz (solar o artificial).
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“El estornudo fótico no es producto de una alergia, es un reflejo de la pupila que tiene la misma conexión nerviosa que la mucosa nasal. Algunos pacientes rara vez lo hacen”, manifestó el doctor Mauricio Sarrázola, especialista en alergia e inmunología de la Universidad Autónoma de México.
Los estornudos fóticos o síndrome de ACHOO es una predisposición genética que es poco comentada dentro de la comunidad médica, según la investigación detallada de la revista Scientific American, debido a lo inusual que es esta afección.
Este patrón de estornudos se puede llegar a repetir tantas veces como la persona cambia de entorno a uno con luz fuerte. Sin embargo, no representa una señal grave para su salud.
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“Esta afección no puede prevenirse con gafas de sol y por el momento no se ha demostrado relación con alguna enfermedad peligrosa”, dijo Sarrázola, quien labora como profesional de la salud en la clínica San José de Cúcuta.
La primera investigación en relación a este padecimiento se originó en los años 50 cuando un científico francés de apellido Sedan se dio cuenta que las personas expuestas al oftalmoscopio (elemento usado en oftalmología para revisar la retina de las personas), estornudaban.
Tras seguir indagando pudo confirmar que estos mismos pacientes también estornudaban cuando salían al sol, cuando eran fotografiados con flash, incluso con la luz ultravioleta.
Sedan concluyó en su informe que las personas solo estornudan a esta exposición de luz pero una vez en ella dejaban de hacerlo de manera natural.
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Para el año 2010, el científico Nicholas Eriksson lideró una investigación en la que determinaron que alteraciones genéticas podrían ser el origen de este padecimiento.
En su estudio resaltó que la alteración está situada cerca al gen asociado con los ataques epilépticos provocados por la luz, abriendo paso a una posible conexión biológica entre los dos síndromes.
“Este reflejo solo es por el cambio de intensidad en la luz, no por la fuente de luz, ni su longitud de onda”, agregó el alergólogo Mauricio Sarrázola.
Fotos: Alfredo Estévez - La Opinión
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