Estudiar para algunos estudiantes de Tibú es una tarea difícil, no por cumplir con las actividades académicas o desplazarse hasta el aula de clases, porque al llegar y sentarse en el pupitre no hay una persona que les dicte clases.
Es esa la situación que desde hace semanas viven los estudiantes de algunas de las siete sedes de la Institución Educativa Francisco José de Caldas, Camilo Torres, La Unión, Marco Fidel Suárez, La Kennedy, Pueblo Nuevo, Central y La Esperanza. Esos planteles están esparcidos por el casco urbano de ese municipio del Catatumbo.
Allí les prestan el servicio de educación a un total de 5.235 niños y jóvenes, pero la falta de 19 docentes de diferentes asignaturas ha hecho que muchos de ellos no hayan podido tener clases durante semanas.
En pandemia, cuando las clases se hacían de manera virtual, era fácil para los docentes enseñarles a varios cursos al tiempo, pero cuando volvieron a la presencialidad la crisis se hizo notar.
Los profesores no podían estar al mismo tiempo en diferentes salones, poco a poco los estudiantes de algunas sedes se quedaron sin la posibilidad de ir a clases.
Esto sucedió, según Nelson Páez, representante de los padres de familia ante el consejo directivo, en las sedes Pueblo Nuevo y La Unión.
En la sede Pueblo Nuevo los grados primero y sexto no han tenido clases. En La Unión los niños de cuarto están en la misma condición.
En la sede central sí han tenido clases normales, gracias a que los docentes disponibles se turnan para cumplir con la carga académica de los estudiantes, comentó el rector Arturo Pinto.
Ni con una tutela les cumplen
¿Qué pasó? Es una pregunta a la que muchos padres de familia y estudiantes se hacen a diario pues ellos se declararon en cese de clases en marzo. Debido a ello, la Secretaría de Educación de Norte de Santander les prometió que enviaría los educadores, pero al día de hoy no ha pasado nada.
Paéz indicó que el 21 de febrero se radicó una acción de tutela contra la Secretaría de Educación del departamento, que fue aprobada el 10 de marzo, y le exigía el nombramiento de los docentes.
"Un juez le dio la razón a los padres de familia, pero la Secretaría de Educación de Norte de Santander habría impugnado el fallo... Falta personal administrativo, de aseo y vigilancia. Las sedes tienen un problema de infraestructura precario", añadió.
Hasta Nelson Leal, alcalde de Tibú, dijo que la Secretaría de Educación del departamento se comprometió a enviar seis docentes, pero no ha llegado a Tibú todavía el primero.
Diomar Velásquez, secretario de Educación del departamento, se defiende diciendo que están a la espera que el Sistema Maestro, que es una plataforma del Ministerio de Educación donde los profesores se postulan para alguna vacante, les nombre a los profesores.
“Hasta el momento para el colegio Caldas van 6 docentes (que se iban a posesionar ayer). Actualmente ya hemos trasladado 3 y otros 6 por el sistema Maestro”, añadió Velásquez.
En otras palabras, ya están las personas que educarán a los niños y jóvenes que hasta el momento viven esa situación, pero no los han enviado para Tibú. Eso lo dice Velásquez, pese a que en marzo se habría comprometido a enviarles 10 educadores antes del 16 de marzo.
Velásquez indicó que hay un retraso en el trámite de los decretos de nombramiento. Pero, la educación de Tibú desconoce de burocracia, pues ya han esperado suficiente, y que el departamento sufre un déficit de profesores.
“A hoy el Ministerio de Educación autorizó 23 nombramientos y la contratación de 120 y en el análisis que se realizó encontramos 31 excedentes para reubicarlos en donde exista la necesidad”, añadió.
Mientras ese proceso burocrático se cumple los niños y jóvenes afectados deberán seguir en sus casas, a la espera de seguir con su proceso educativo, que es primordial para que puedan ingresar a una universidad y aspirar a un futuro laboral profesional.
Gracias por valorar La Opinión Digital. Suscríbete y disfruta de todos los contenidos y beneficios en: http://bit.ly/SuscripcionesLaOpinion