Gracias a su dedicación, CENS le ha financiado la profesionalización de la tecnología y la especialización en riesgos y salud en el trabajo.
Innovación y sostenibilidad
“El vehículo es una idea innovadora, su composición física es de un panel de 300 vatios en el frente, otro de 300 vatios en el techo y en el alerón tiene dos paneles de 20 vatios, lo que da una carga de 640 vatios. Por lo general, de las 12 horas en las que sale el sol, solo 4,7 horas son efectivas de carga, lo que genera una carga diaria entre 2 y 2,4 kilovatios, sumado a un motor eléctrico de 2 kilovatios, puedo moverme, por día, de 45 a 55 kilómetros sin gastar dinero en combustible de ningún tipo”, explicó Medina.
Lo más impresionante fue el proceso de construcción, la imaginación de Yovanni y su curiosidad, lo llevaron a crear el vehículo sin observar ningún prototipo ya moldeado. En el tiempo de pandemia trabajó desde casa de lunes a viernes y fines de semana dedicado a la planeación, construcción e instalación de las piezas necesarias para que funcionara.
En total, fueron aproximadamente 24 días lo que tardó en desarrollar el proyecto de manera satisfactoria. En la actualidad, el Yobatrón 1 lo lleva al trabajo y espera una oportunidad de negocios con inversionistas interesados, pues su construcción es asequible para cualquier estrato.
“Quiero hacer realidad la posibilidad de que las personas de estratos 1, 2 y 3 puedan concretar sus sueños de tener un carro, en términos de gastos, el vehículo me costó alrededor de 8 millones en construirlo, si se optimiza el peso con materiales especializados, podría salir entre 14 y 15 millones al mercado, sin gastar un peso en gasolina o electricidad, solo hace falta el sol y es gratis para todos”, dijo el ingeniero.