Desde muy pequeño, el cucuteño Luis Alexis Mejías se interesó por el mundo de la aviación, su sueño siempre había sido volar y hoy, sin necesidad de estar en los cielos, lo logró.
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Fue así como creó el primer simulador de vuelos de Norte de Santander con el que espera ayudar al despegue seguro del interés por la aviación en los niños, jóvenes y adultos de la región.
Todo comenzó hace cinco años, cuando este cucuteño decidió darle vida a sus ideas y comenzó a maquinar la construcción del simulador, con el objetivo de replicar la experiencia de pilotear una aeronave de la manera más realista posible.
“Siempre he sido un apasionado por los aviones, pero pues no tuve la oportunidad o los recursos para estudiar en eso, pero transcurrieron los años y el interés nunca se fue, hasta que llegó la pandemia y salió un simulador virtual y entonces dije, yo quiero hacer algo real”, comenta Mejías.
Gracias a sus conocimientos como técnico electromecánico y decidido a crear su simulador, arrancó con la compra de los pedales, las palancas de mando y los controles de potencia, los cuales pidió en Estados Unidos.
Inicialmente comenzó con la programación básica y creó un simulador con movimiento con una pantalla, pero su ambición era más grande. Quería construir una cabina de vuelo completa.
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“Todo comencé a armarlo en el 2021. Cuando tuve los tres mandos básicos diseñé primero uno con movimientos, donde el avión se movía de izquierda a derecha, pero no me sentía satisfecho, quería algo más grande, más real, que la gente llegara y se sintiera realmente en un avión, que sonara como uno”, explica.
Fue así como decidió desbaratar el que tenía y durante seis meses se dedicó a construir el nuevo simulador que consta de dos pantallas 4k de 41 pulgadas las cuales son para el piloto y copiloto. En estas se reflejan todas las pistas de aeropuertos así como las rutas de vuelo.
También cuenta con dos pantallas de computador y dos tabletas digitales.
Asimismo, en la cabina se encuentran los controles para las luces internas, el sistema para controlar la altitud, velocidad, GPS, el control del tren de aterrizaje, los instrumentos de vuelos electrónicos, el sistema de piloto automático, el panel de radio, frenado, control de potencias, navegación, entre otros elementos básicos. Las sillas son de una camioneta Toyota.
El simulador emite sonidos reales de cuando el avión se enciende, despega o aterriza.
La meta es instalarle dos pantallas más para simular las ventanas y adquirir los audífonos profesionales de piloto.
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Simulación real
Luis Alexis señala que, la simulación es totalmente real gracias a la conexión que tienen con el sistema gratuito IVAO.
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Se trata de la Organización Internacional de Aviación Virtual fundada en 1998 para proporcionar una plataforma en línea a fin de que los entusiastas de la simulación de vuelo disfruten de su pasatiempo en un entorno simulado del mundo real, en compañía de otras personas, volando o brindando servicios de control de tráfico aéreo.
“He tenido que aprender todos los códigos de la aeronáutica para poder hacer las simulaciones y ya tengo más de 1.500 horas de vuelo. Ahí nos podemos conectar con más simuladores a nivel mundial y hacer planes de vuelo a diferentes partes del mundo. Aquí todo es real, la diferencia es que estamos en tierra”,dice.
A través de este sistema, los simuladores de vuelo se pueden comunicar en tiempo real con las torres de control de cada aeropuerto y pedir permisos para despegar, aterrizar o estacionar las aeronaves.
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“Por ejemplo, encendemos el avión, me conecto a IVAO, establezco un plan de vuelo, el GPS identifica dónde estoy y elijo a dónde quiero ir, ahí me aparece la ruta y los tiempos son los mismos que en tiempo real. Ahí miramos alturas, vientos, condiciones climáticas, todo lo que se revisa en un vuelo de verdad”, precisa el cucuteño.
Luis Alexis señaló que con el simulador también se experimentan situaciones de emergencia, por ejemplo, en caso de que el avión llegue a quedar sin combustible.
Detalló que hay oportunidades donde se genera una alerta por falta de combustible cuando el sistema se apaga y entonces el piloto debe buscar la forma de encenderlo nuevamente, para comunicarse con la torre de control y anunciar la emergencia, seguir las instrucciones y encontrar un lugar seguro para aterrizar.
Explicó que también se simulan fallas de motor o eléctricas, así como situaciones en las que la aeronave se puede estrellar.
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“Las personas deben tener en cuenta que si quieren estar en la aviación deben seguir las reglas. Cuando estamos simulando, por ejemplo yo soy un piloto en línea y ahí me califican, tengo una hoja de vida de acuerdo a las horas de vuelo que he hecho, las fallas que he tenido, las maniobras que he hecho, en fin, me revisan como si en la vida real fuera uno y eso también genera una experiencia”, afirma Luis Alexis Mejías.
También se trabaja con un programa especial en el que solo se comunican entre pilotos.
Aprender idiomas
En vista de que un piloto se ve inevitablemente expuesto a comunicaciones en inglés y otros idiomas en su trabajo, tanto por radio como en persona al moverse entre lugares, Luis Alexis ha tenido que dedicarle tiempo extra al aprendizaje de otra lengua.
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En su caso comenzó a través de la aplicación web Duolingo, destinada al aprendizaje gratuito de idiomas y a la certificación del nivel de inglés.
“Aunque parezca gracioso empecé por ahí, porque la aeronáutica tiene fraseología en español y en inglés, entonces he ido perfeccionándolo, pero si la torre de control me habla en inglés, yo tengo ya la capacidad de responderle”, añade.
Su mayor sueño, convertirse en piloto
A futuro, Mejías se visualiza como un piloto profesional. Y es que en el segundo semestre de 2024 entrará a una escuela de aviación del país para cumplir su mayor sueño. En este sentido, también anhela que, la creación de su simulador sea el impulso para que en la región se considere abrir una escuela de aviación.
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“Tenemos como inspiración a Camilo Daza, el nortesantandereano que fue el pionero de la aviación en Colombia, pero no contamos con una escuela de aviación, entonces creo que ya es el momento, porque hay muchos niños y jóvenes de la región que tienen que salir a otras ciudades a buscar la oportunidad de aprender sobre aeronaves, cuando en Cúcuta tenemos las capacidades para hacerlo”, puntualiza.
Actualmente, el simulador de vuelo está ubicado en una habitación especial de su casa que prácticamente se convirtió en la cabina de un avión.
Allí ya han llegado niños, jóvenes y adultos a aprender sobre aviación, pues Luis Alexis oferta cursos entre 16 y 40 horas para enseñar todo sobre la simulación.
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Camilo Daza, precursor de la aviación en Colombia
El precursor de la aviación en Colombia fue el pamplonés Camilo Daza Álvarez quien desde muy niño, demostró su pasión por volar. A lo largo de su carrera como piloto sufrió más de 30 accidentes, sobreviviendo milagrosamente a todos.
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Fue condecorado en varias ocasiones por el Gobierno Nacional por sus servicios en la aviación militar, como piloto e instructor, los cuales le hicieron merecedor del rango de brigadier general honorario.
Obtuvo el título de piloto aviador en los Estados Unidos. A su regreso a Colombia, en 1920, impulsó la fundación de la Sociedad Nortesantandereana de Aviación. Dueño de un avión biplano Curtiss JN-4, Daza llevó a cabo numerosos vuelos regionales; entre ellos el de más trascendencia fue aquel en que llegó a Pamplona, el 16 de marzo de 1923, superando los riesgos de la abrupta topografía, y que culminó en un aterrizaje forzoso del que sobrevivió increíblemente.
Reparado el aeroplano, Daza extendió después sus viajes a Bucaramanga y Chiquinquirá, hasta su llegada a Bogotá, donde estableció su base de operaciones en el desarrollo de vuelos diarios.
En honor a su gran legado, el aeropuerto internacional de Cúcuta lleva su nombre.
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