Más de mil familias desplazadas en la última semana y más de 68.000 personas forzadas a abandonar sus hogares desde enero tienen en máxima alerta a Ocaña, Cúcuta, el área metropolitana y toda la subregión del Catatumbo. La crisis humanitaria llevó a organizaciones sociales, parlamentarios y organismos internacionales a reunirse en una sesión ampliada de la Mesa Humanitaria del Catatumbo, desarrollada en el Instituto de Bellas Artes de la Universidad Francisco de Paula Santander, con el propósito de trazar una hoja de ruta para contener la emergencia, garantizar los derechos de la población civil y abrir canales efectivos de diálogo.
Durante el encuentro, que contó con la presencia de senadores, representantes de la Cámara y delegados de organismos internacionales como la ONU, la OEA, la Unión Europea y las embajadas de España y Suecia, se discutieron estrategias para permitir retornos seguros, habilitar corredores humanitarios, impulsar reubicaciones dignas y lograr una presencia institucional real en una región desbordada por la violencia de grupos armados.
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Al cierre de la jornada, se firmó una carta abierta dirigida al Eln, a las disidencias de las Farc, al Gobierno Nacional y a organismos internacionales, instándolos a adoptar los mínimos humanitarios y a respetar a la población civil, ajena al conflicto, como base para un proceso de reconciliación y convivencia.