La celebración del Día del Campesino en Gramalote, que inicialmente fue pensada como una jornada de reconocimiento y alegría para los habitantes rurales del municipio, ha derivado en una profunda controversia política y judicial. A casi un mes del evento, persisten las repercusiones por una denuncia que involucra directamente al alcalde Álvaro Cardozo Riaño, señalado de haber amenazado públicamente al funcionario y activista social Diego Yáñez.

Según relató el propio Yáñez a este medio, todo comenzó cuando se encontraba compartiendo con su familia y amigos en el parque principal del municipio. En medio del ambiente festivo, un ciudadano —cuya identidad no se ha revelado— lo habría agredido físicamente con una patada. Aunque posteriormente le ofreció disculpas, lo habría hecho de forma intimidante.

Fue entonces cuando, de acuerdo con el testimonio del joven activista, hizo presencia el alcalde Álvaro Cardozo. “Frente a varios testigos, el alcalde me dijo en reiteradas ocasiones que tenía 18 tiros para pegarme, mientras llevaba su mano a la espalda simulando tener un arma de fuego. Fue una amenaza recta, pública y cobarde”, aseguró Yáñez, quien denunció el hecho formalmente ante la Fiscalía General de la Nación.

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El joven señaló que, por temor a que la situación escalara, decidió retirarse del lugar junto con su familia. No obstante, antes de abandonar el sitio, habría recibido un nuevo mensaje intimidante. “Este desconocido me sujeta de la mano y me dice que me tengo que cuidar mucho”, denunció.

Diego Yáñez confirmó que ya interpuso dos denuncias formales ante la Fiscalía, por agresión física, verbal, intimidación y amenazas, tanto contra el ciudadano que lo agredió como contra el alcalde Cardozo. Además, indicó que ha recibido confirmación de la entidad jurídica sobre el curso del proceso.

“No fue un simple incidente. Fue una amenaza hecha por una autoridad pública y yo no voy a normalizar el miedo como una forma de poder. Por eso exijo garantías para ejercer mi liderazgo social y político, y lo voy a decir con firmeza: no me voy a callar.

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La respuesta del alcalde: "No conozco a ese joven"

Este medio contactó al alcalde de Gramalote, Álvaro Cardozo Riaño, para conocer su versión de los hechos. El mandatario negó tajantemente haber tenido contacto alguno con el joven y desestimó por completo las acusaciones.

“Junto a mi equipo jurídico daremos inicio a un proceso legal por injuria y calumnia, porque los hechos que el joven manifiesta no son reales”, indicó el alcalde, quien también aseguró no haber estado presente en el parque al momento del presunto altercado.

Cardozo sostuvo que no ha sido notificado oficialmente de ninguna denuncia en su contra y que, desde el primer momento, ha confiado en las instituciones y en el debido proceso. “No se puede permitir que se utilice la calumnia como herramienta política para afectar la democracia y desacreditar el trabajo honesto que venimos realizando por el bienestar del municipio”, expresó.

Asimismo, manifestó que, por razones de seguridad, siempre se encuentra acompañado de su esquema de protección oficial, por lo que descartó cualquier posibilidad de intimidación por parte suya o de su equipo de trabajo.

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La denuncia radicada por Diego Yáñez no solo ha suscitado reacciones en redes sociales, sino que también ha puesto en el foco el debate sobre las garantías que existen para el ejercicio del liderazgo social, especialmente por parte de jóvenes funcionarios y activistas en regiones donde el clima político puede ser tenso.

Hasta el momento, la Fiscalía no ha emitido un pronunciamiento oficial sobre el caso, pero el denunciante sostiene que ha recibido comunicación directa de la entidad, lo cual contradice lo afirmado por el alcalde Cardozo.

El proceso legal está en curso y, mientras tanto, la comunidad gramalotera permanece atenta al desarrollo de los hechos, dividida entre el respaldo al joven activista y la defensa del mandatario local. La situación pone de relieve la necesidad de preservar el respeto, la legalidad y el diálogo en escenarios públicos, así como de garantizar que las voces jóvenes puedan ejercer su liderazgo sin temor a represalias.

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