Replantear los cierres
Uno de los puntos álgidos en el corredor vial Ocaña-Cúcuta es la vereda El Tarrita donde los damnificados apenas se reponen de las afectaciones económicas ocasionadas por la avalancha de hace dos años.
Ese lugar fue el epicentro de la reunión de los representantes de las actividades comerciales en la orilla de la carretera, los cuales solicitaron la implementación de estrategias para no agravar la situación.
El presidente de la Junta de Acción Comunal, Álvaro Jácome Rangel, propone mecanismos para no perjudicar a los vendedores de comida, montallantas, lavaderos de vehículos, restaurantes y productores de la zona con las severas restricciones en el tráfico vehicular.
Califican como un segundo golpe en el bolsillo de los pequeños comerciantes y la petición busca la implementación de otros métodos para avanzar con las obras.
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El representante del Comité de veeduría, Freidy Jácome, expondrá la inconveniencia del cierre total de la arteria vial. “Se puede trabajar en contraflujo a un solo carril o también en las horas de la noche para mitigar el impacto económico”, puntualizó.