Los líderes del G20 confirmaron en Roma una histórica reforma fiscal global, aunque las miradas están puestas en si conseguirán enviar una fuerte señal sobre la lucha contra el cambio climático en vísperas de la COP26 en Glasgow.
El G20 aprobó “un acuerdo histórico sobre las nuevas reglas fiscales internacionales, incluyendo un impuesto mínimo mundial que pondrá fin a la perjudicial carrera a la baja en el impuesto de sociedades”, celebró en un comunicado la secretaria del Tesoro estadounidense, Janet Yellen.
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Esta reforma, cuya aprobación se daba por hecho después que 136 países dieran su visto bueno a principios de octubre al pacto negociado bajo la égida de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), es hasta el momento el único anuncio de la cumbre celebrada en Roma.
Los dirigentes de las 20 principales economías aprovecharon su primera cumbre cara a cara desde Osaka en 2019 para reuniones en paralelo como las mantenidas por el presidente de Argentina, Alberto Fernández, en plena renegociación de la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Fernández lanzó así una ofensiva diplomática con conversaciones con líderes de Alemania, Francia, España y la Unión Europea (UE), antes de reunirse en la tarde con la jefa del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, en la embajada argentina de la Ciudad Eterna.
“Si todavía no cerramos un acuerdo [con el FMI] es porque no nos vamos a arrodillar”, advirtió el miércoles antes de viajar a Italia Fernández, cuyo país renegocia con la institución monetaria con sede en Washington una deuda de 44.000 millones de dólares.
“Dejen de jugar y escuchen”
Aunque la lucha contra el cambio climático está formalmente en la agenda del domingo, esta cuestión protagoniza la cumbre, máxime cuando la presión aumenta para que los dirigentes de las 20 naciones responsables del 80% de las emisiones de gases de efecto invernadero, envíen una señal fuerte.
“Pedimos a los líderes del G20 que dejen de jugar entre ellos y escuchen finalmente al pueblo y actúen a favor del clima como la ciencia reclama desde hace años”, declaró a la AFP Simone Ficicchia, de 19 años, activista de Fridays for Futuro.
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Este movimiento que inició la activista sueca Greta Thunberg organizó, junto a organizaciones de izquierda, una manifestación en la que participaron unas 5.000 personas en el centro de Roma, según la policía, bajo la atenta mirada de las fuerzas del orden.
Sin embargo, no se esperan grandes progresos en los temas de la reunión de líderes, que también incluyen la lucha contra la COVID-19. Sobre clima, “hay dos debates en paralelo: ¿Debemos aumentar nuestra ambición común a nivel del G20, reforzando los objetivos de neutralidad climática (...)? ¿Y cuáles son los objetivos concretos?”, dijo el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, a su llegada.
Las negociaciones aparece aún más complicadas, ya que algunos dirigentes participaron por videoconferencia, como los presidentes mexicano, Andrés Manuel López Obrador; chino, Xi Jinping; y ruso, Vladimir Putin; así como el primer ministro japonés, Fumio Kishida.
“Moralmente inaceptable”
Antes de abordar los efectos, tanto humanos como económicos de la pandemia, los líderes quisieron rendir un homenaje al personal médico y de urgencias que estuvo en la primera línea en la lucha contra el covid-19, invitándolos a la tradicional foto de familia.
Y, en su primera intervención, el primer ministro italiano, Mario Draghi, cuyo país ejerce la presidencia protémpore del G20, consideró “moralmente inaceptable” el diferente nivel de vacunación entre los países más y menos desarrollados.
“Creemos que le corresponde al G20 hacer esfuerzos adicionales para producir vacunas, medicamentos y tratamientos en los países en desarrollo”, dijo el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, durante la plenaria, según el discurso publicado por su oficina.
El G20 expresó su apoyo al objetivo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de lograr un 40% de la población vacunada contra el covid-19 en 2021 y de un 70% para mitad de 2022, pero las oenegés esperan compromisos concretos de los líderes para ayudar a los países pobres.
Tanto Xi como Putin pidieron por su parte a los líderes del G20 un “reconocimiento mutuo” de las vacunas producidas en sus respectivos países, según sus discursos retransmitidos por sendas televisiones estatales. “Todos los países que lo necesitan no pueden acceder a las vacunas” anticovid, aseguró el ruso.
Tras una previa el viernes marcada por la diplomacia del papa Francisco, las reuniones paralelas continuaron este sábado, entre ellas sobre la reactivación del acuerdo nuclear con Irán entre los dirigentes de Francia, Alemania, el Reino Unido y Estados Unidos.
En una declaración conjunta, los mandatarios de estos cuatro países occidentales expresaron su “viva y creciente preocupación” por el incumplimiento del acuerdo de 2015 sobre el programa nuclear iraní por Teherán, al que instaron a “cambiar de rumbo”.
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