Por cuestiones de espacio en la vivienda o por no estar preparados para sumar más responsabilidades, algunos padres de familia lo piensan dos veces para tener una mascota en casa. Hay otros que, aunque desean tener un perro o un gato, no se lo permiten las condiciones físicas del inmueble en el que habitan o los propietarios del mismo.
Según un reciente estudio de la empresa de investigación de mercados y consultoría en estrategia BrandStrat, en alianza con Offerwise, el 60 % de los hogares en Colombia tiene una mascota. El informe reveló que a medida que el estrato socioeconómico aumenta, la tenencia de mascotas disminuye.
La industria que gira en torno a las mascotas ha venido creciendo, porque cada vez son más los hogares que tienen estos animales como integrantes de la familia. Y es que son diversos los beneficios que trae para los niños un animal doméstico en casa.
¿En qué ayuda a los niños tener una mascota?
La psicóloga infantil Dayana Correa aseguró que, desde antes de nacer, el niño genera vínculos, porque en el vientre los latidos y movimientos que produce el animal puede generar proximidad entre este y el bebé, favoreciendo el sentido de protección y cuidado de la mascota hacia el neonato.
Las mascotas que producen sonidos particulares, como gatos y perros, pueden ser aliadas en la estimulación desde la gestación. En el caso de los perros, los ladridos adecúan o aproximan al bebé, para reconocerlo o desarrollar una reacción frente al estímulo que se ha venido repitiendo durante el embarazo.
“Empatía, respeto y demostración afectiva se producen de manera dinámica en los juegos y aproximaciones desde la temprana edad con las mascotas. En este sentido, podremos orientar la fuerza del contacto y ayudar a entender el lenguaje de huida, permanencia y agrado de las mascotas”, explicó Correa.
La psicóloga también señaló que su tenencia fortalece el valor de la responsabilidad cuando los infantes aprenden las rutinas de sacarlos a pasear, cambiarles el agua, alimentarlos y adecuarles su sitio de descanso.
“Si se revisa el entrenamiento conductual donde la rutina del niño o niña incide en la respuesta del animal, encontraremos favorable, no solo el seguimiento de instrucciones, la apropiación de información y praxis automatizadas, sino que afectivamente observaremos los niveles de eficacia y autosatisfacción”, argumentó.
La tenencia de mascota, igualmente, mejora procesos motores de los pequeños, debido a que llevan a la imitación del movimiento en búsqueda de la comprensión del lenguaje animal y su interacción correspondiente. También fortalece la adaptación, y expresión emocional.
No se recomienda la fauna silvestre
Para el veterinario etólogo Freddy Manrique, un animal de compañía es la mejor opción para los niños, por lo que no es recomendable tener tortugas, simios, pericos ni cualquier otro tipo de fauna silvestre y exótica, porque, no solo está prohibido por ley, sino que podrían transmitir enfermedades a los menores.
Aunque desde el punto de vista de la psicología, la mascota trae beneficio al infante desde la gestación, el etólogo aconsejó que las mascotas para los niños sean a partir de los 7 años, porque antes de esas edad, los pequeños son muy dados a ser invasivos y todavía están en procesos de socialización, no miden su fuerza y la interacción con los animales, siendo objeto de ataques hacia ellos o de maltrato de parte de los infantes a los animales.
“Los animales de compañía más comunes son los perros y los gatos. Se recomienda vigilar la interacción de los niños, para enseñarles cómo acariciarlos, a no jalarles la cola, a reconocer las señales de incomodidad en estos mamíferos para que no haya una reacción defensiva de su parte”.
Manrique añadió que también azuzarlos a tener responsabilidad con los miembros animales de la familia, a bañarlos debidamente, a llevarlos al veterinario y jugar con ellos. Si se trata de otros tipos de mascotas, pues deben aprender a limpiar los espacios en donde están (jaula, acuario) y proveerles los accesorios o juguetes que requieren.
El veterinario especialista en Etología, clínica veterinaria y bienestar animal, subrayó que es fundamental en el hogar tener en cuenta los cuatro principios básicos de la calidad de vida de un animal: adecuada alimentación, adecuado espacio físico, adecuada atención de su salud y proporcionales los elementos que les permitan lograr un buen comportamiento.
Manrique aconsejó no tener razas de perros o gatos de moda o porque los vieron en una película, porque son de difícil manejo; por ejemplo, ahora es tendencia el Pastor Belga Malinois. Lo mismo ocurre con las razas de manejo especial, anteriormente denominadas potencialmente peligrosas.