Tanto perros como gatos vieron alteraciones en su rutina con la presencia del resto de los integrantes de la familia en casa durante la pandemia, lo que significó para ellos adecuarse a nuevos hábitos y costumbres.
Y aunque disfrutar de mayor compañía tuvo bastantes impactos positivos, también creo en la mayoría de estos un tipo de dependencia emocional que debe ser manejada para evitar problemas de ansiedad por separación, la cual podría desencadenar comportamientos como: hacer daños en muebles, ladrar excesivamente, hacer sus necesidades dentro de casa y en algunos casos ocasionarse autolesiones.
Para los expertos de Gábrica, se ha comprobado que es de gran ayuda ir generando un desapego progresivo en las mascotas. Esto, saliendo poco a poco de casa y dejando solo al perro o gato por un período de al menos 30 minutos diarios.
Esta es una de las mejores formas de ayudarlo a habituarse a su independencia de nuevo. También, es importante dejarles siempre a disposición juguetes adecuados y alguna de sus golosinas favoritas.
Mientras que, despedirse efusivamente de las mascotas hará que queden inquietas, con incertidumbre, pensando que algo está sucediendo y sin comprender por qué su amo se está despidiendo de esta forma.
Así que, sin desearlo se podría estar generando más tristeza y desesperación al perro o gato, quien seguramente intentará llamar la atención con comportamientos no deseados como ladridos constantes, destrozos con los muebles, rasguños en las puertas, y demás.