Luego de 14 años trabajando en la mina San José, ubicada en el Cerro Tasajero, un devastador accidente cortó la historia de Los Burritos, los hermanos Fernández Gelvez, pues José Gregorio falleció en medio de un deslizamiento interno.

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Fue en cuestión de segundos que sobrevino la tragedia mientras excavaban en los socavones, a un costado de la vía que comunica a Cúcuta con el corregimiento de San Faustino. Gregorio, de 42 años, y su hermano José Manuel, trabajaban codo a codo, como era costumbre. Desde jóvenes habían adoptado dicho apodo que los persiguió hasta la vida adulta.

Todo parecía una jornada normal de trabajo, con el pico en mano, hasta que José Manuel se giró, dándole la espalda a su hermano. Enseguida escuchó un ruido y un segundo después volteó, pero ya no lo veía, en su lugar había una pared de rocas, que se habían derrumbado y aplastaron al Burrito.

La muerte fue instantánea, por un golpe en la cabeza. José Manuel no veía rastro de su hermano y tratar de auxiliarlo era en vano. De inmediato, alertó a los demás compañeros mineros, quienes empezaron a desenterrarlo, a la par que alertaban a las autoridades ante el hecho ocurrido cerca del mediodía del martes, 2 de septiembre.

Fueron instantes de desesperación, pero tras mucho esfuerzo finalmente pudieron volver a ver el cuerpo de José Gregorio, aunque no había nada que pudieran hacer, una roca lo golpeó en la cabeza y le causó la muerte en el acto.

Las autoridades coordinaron con una funeraria, que fue la encargada de recoger el cuerpo, en medio de la mirada de aquellos que durante años trabajaron a su lado. Los funerarios trasladaron el cuerpo a Medicina Legal para la respectiva inspección al cadáver.

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Muere un hijo de Pamplona

En conversación con este medio, el hermano menor de la víctima relató con dolor lo sucedido. La familia, originaria del municipio de Pamplona, se tuvo que trasladar a Cúcuta para adelantar los procedimientos exequiales.

El hombre residía en el barrio Cristo Rey de la Ciudad Mitrada, junto con su pareja sentimental y sus tres hijos, quienes hoy lloran su pérdida, al igual que sus colegas.

“Hoy despedimos a un valiente minero que entregó su vida en la dura labor bajo la tierra. Su ausencia deja un vacío profundo en su familia, compañeros y en la comunidad minera”, decía un comunicado publicado por otro minero.

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