Seis disparos rompieron la tranquilidad de la calle 8 con carrera 13, en el barrio Gramalote de Villa del Rosario, donde un policía disfrutaba de sus vacaciones frente a una tienda. El momento de calma se convirtió en otro episodio de violencia contra miembros de la Fuerza Pública.
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La víctima fue identificada como Jesús Alberto Riaño Corzo, uniformado adscrito a la Policía Metropolitana de Bogotá, quien había regresado hace pocos días a Norte de Santander, su tierra natal, para aprovechar el periodo de descanso que inició a comienzos de mes.
En la noche del pasado viernes, 19 de septiembre, pasadas las siete, ocurrió la tragedia. Mientras Jesús se encontraba frente a la tienda, un hombre en motocicleta llegó hasta el lugar, lo identificó —pese a que estaba vestido de civil— y le disparó en repetidas ocasiones.
El sicario accionó el arma seis veces: cinco proyectiles impactaron al patrullero, afectándole la mano, un pie, el torso y, de manera más grave, el rostro. Gravemente herido, Riaño cayó al suelo.
El atacante huyó de inmediato entre la oscuridad, sin dejar rastro. El uniformado fue auxiliado y trasladado de urgencia al Hospital Jorge Cristo Sahium, donde recibió atención inicial antes de ser remitido a una clínica de mayor complejidad.
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Los habitantes de Villa del Rosario fueron testigos de la ambulancia que lo transportaba a gran velocidad por la Autopista Internacional. Al sitio del ataque llegaron varias patrullas de la Policía, así como unidades del Gaula y el Grupo de Operaciones Especiales (Goes).
En el porche de la tienda quedó la huella de la violencia: una mancha de sangre que señalaba el lugar exacto donde cayó el policía.
Funcionarios del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía iniciaron de inmediato la recolección de pruebas y entrevistas a testigos. También se activó un Plan Candado con labores de registro en la zona, mientras uniformados verificaban las cámaras de seguridad de un establecimiento de billar ubicado frente a la escena.
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La recompensa
La noticia llegó rápidamente a las autoridades. El coronel Fabio Ojeda, comandante de la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc), emitió un comunicado en el que anunció:
“Le solicitamos a la comunidad información que permita localizar a los responsables de este hecho. Se ofrece una recompensa de hasta 10 millones de pesos”.
Hasta el momento no se han reportado capturas, aunque la Policía continúa tras la pista de los responsables. Los móviles del ataque siguen siendo materia de investigación y, al cierre de esta edición, no había una hipótesis clara sobre lo que lo desencadenó.
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Recuperación satisfactoria
Se conoció que Jesús fue sometido a cirugía en la noche del viernes y, hacia la mañana del sábado, inició su proceso de recuperación. Horas más tarde, el coronel Ojeda confirmó que los procedimientos fueron exitosos y que el uniformado se encuentra en reposo.
La comunidad expresó su alegría por la recuperación del patrullero, aunque el ataque incrementó la sensación de inseguridad en el municipio histórico, ya golpeado por una creciente ola de hechos violentos, especialmente en la zona de Morichal.
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