Cuatro hechos no relacionados tiñeron de sangre las calles de varios barrios de Cúcuta en el inicio de este fin de semana festivo. Todas las víctimas fueron hombres, dos de ellos quedaron heridos tras ser atacados con arma de fuego, mientras uno falleció en el sitio, y otro fue asesinado con un arma blanca.
Después de una relativa tranquilidad en la ciudad, finalizando la tarde del pasado viernes, 27 de junio, se inició una racha de violentos hechos en diferentes sectores de la capital nortesantandereana.
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El pedido de la muerte
La secuencia inició sobre las 5:00 de la tarde, en el barrio Claret de la Ciudadela Juan Atalaya, específicamente en la calle 6BN, entre las manzanas 34 y 35, cuando Johan Emilio Aparicio Santiago, que se movilizaba en una motocicleta, pues al parecer laboraba como domiciliario, llegó a este sector a entregar un pedido.
En ese instante, Johan Emilio fue interceptado por dos hombres en moto que lo estaban esperando, y sin mediar palabras le dispararon en repetidas ocasiones, dejándolo gravemente herido y tendido sobre el asfalto. Mientras un charco de sangre se formaba bajo el cuerpo de la víctima, los responsables escaparon en una moto Suzuki GN negra, sin placa, a un destino aún desconocido.
Entre el pánico y el desconcierto, los vecinos se asomaron a la escena y avistaron al hombre, inmóvil en el suelo, sin tener certeza de su estado, alertaron a las autoridades y pocos minutos después llegó una patrulla de la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc).
Los uniformados comprobaron el estado del hombre, que todavía tenía signos vitales, de inmediato lo auxiliaron y lo transportaron al Policlínico de Atalaya, donde minutos después falleció por la gravedad de las heridas.
Los móviles son materia de investigación para las autoridades, sin embargo, se pudo conocer que la víctima contaba con varios antecedentes penales por diferentes delitos, y según le comentó la comunidad a las autoridades, el hombre sería conocido por cometer crímenes en el sector, entre esos el hurto y microtráfico.
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Lo balearon en su propia casa
Luego de aproximadamente tres horas de calma, los sonidos secos de unos disparos volvieron a sacudir la paz de la noche, en la avenida 7 con calle 6 del barrio La Ínsula. Desde una humilde vivienda se emitieron sonidos que opacaron el ruido de los vehículos que pasaban por la zona, se trataban de tiros, dirigidos contra Andrés Eliécer Velásquez González.
Según se pudo conocer, el hombre fue atacado en el interior de su propia casa, en la que vive con varios familiares. Se conoció que sobre las 8:00 de la noche llegó un hombre armado que le disparó varias veces, tres de los tiros impactaron con la humanidad de Andrés.
Velásquez habría recibido dos impactos en los hombros y uno a la altura del cuello, que parece revestir gravedad. Mientras los responsables escaparon, los familiares por sus propios medios habrían trasladado a la víctima a un centro asistencial para recibir atención de urgencia.
Al lugar llegaron las autoridades para adelantar la investigación y pidieron a la familia que mantuvieran el hermetismo sobre la situación. En el lugar, donde se registró el hecho, hay cámaras de seguridad que habrían grabado el momento del ataque, específicamente en un hotel ubicado justo al pasar la calle 6.
Según se pudo conocer, a cierre de esta edición, el hombre sigue bajo cuidados médicos en el Hospital Universitario Erasmo Meoz, bajo pronóstico reservado.
Enfrentando la situación con resignación y positivismo, sus familiares entre risas decían: “al menos va a estar acompañado allá, porque tenemos varios familiares internados, unos con fiebre amarilla, otros con dengue y ahora Andrés”, manteniendo una actitud positiva ante su recuperación.
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Mataron a Palomo querido
Simultáneamente, en el barrio Antonia Santos, en la avenida 47 con calle 17, se dio un ataque con arma blanca. La víctima se trata de un hombre conocido como Palomo, un habitante de calle, que fue el objetivo de un hombre, quien lo alcanzó a apuñalar varias veces, causándole la muerte en el acto.
En el acto un joven fue capturado por las autoridades como presunto responsable, sin embargo en las horas posteriores fue dejado en libertad, ya que la investigación habría probado su inocencia.
El cuerpo de Palomo quedó sobre un canal de aguas lluvias, que sería un lugar regular para los consumidores de estupefacientes, según habitantes del sector.
Al asomarse la mayoría de los vecinos del sector reaccionaron con tristeza, pues ya no había nada que hacer, al sitio llegaron las autoridades, mientras algunos trasladaban al victimario, otros acordonaron la escena para que la Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho) adelante la investigación del hecho.
La hipótesis principal estaría relacionada con el consumo de estupefacientes, pues según contaron, Palomo sería consumidor, y a pesar de que no era una persona conflictiva las autoridades apuntarían al microtráfico como causa del ataque. Sin embargo, no descartan otras hipótesis en este hecho, que ha consternado a los habitantes de Antonia Santos.
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Y es que el hombre, de aproximadamente 30 años e identificado oficialmente por las autoridades como Jean Carlos Otalvarez Molina, a pesar de tener familia en el barrio Las Palmeras, pasaba gran parte de su tiempo en esta zona, llevando a cabo diferentes labores para poder juntar algunos pesos, y presuntamente comprar estupefacientes.
“Él trabajaba todo el día, siempre buscando que se podía hacer, se ganaba su plática y en la noche compraba sus dosis y se las fumaba allá en el canal, sin molestar a nadie, pero ese hueco se está poniendo peligroso”, declaró uno de los vecinos.
Según se conoció, Palomo ayudaba con diferentes labores, trabajaba en una carbonería e incluso desde una tienda le daban una carretilla con yuca para que vendiera durante el día. Al llegar la noche, siempre volvía al local y entregaba las ganancias, sin tomar ni un solo peso.
Los vecinos lo recordarán como alguien muy honesto y responsable, que no se metía en problemas con nadie, sin embargo, las drogas se lo habrían llevado.
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Crimen nocturno en la cancha del Burro
Antes de que acabara la noche del viernes, cerca de las 9:30 en la reconocida ‘cancha del burro’, sobre la avenida 10 del barrio Cuberos Niño, se perpetró el último ataque a mano armada de la noche.
Aunque no se tiene mucha información del caso, por la complejidad de la zona, un hombre fue atacado a disparos por sujetos sin identificar, quienes huyeron a un rumbo aún desconocido.
La víctima fue trasladada a la Unidad Básica de Puente Barco, donde continúa recibiendo atención médica a cierre de esta edición.
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