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Iban a robar prendas de oro pero uno terminó muerto y el otro capturado en Cúcuta
Las autoridades incautaron dos motocicletas y un revólver.
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La opinión
La Opinión
Lunes, 21 de Abril de 2025

Lo que parecía una noche tranquila en el barrio Aeropuerto terminó convirtiéndose en una escena de violencia, persecución y muerte.

Pasadas las 9:10 de la noche de este Sábado Santo, un hombre llegó a un restaurante ubicado en la Avenida 2 con Calle 1, un sitio muy concurrido por su oferta de caldos, arepas y pasteles, para tomarse algo caliente y relajarse un rato. Eligió una mesa en la esquina del local, la que colinda con la calle, sin saber que ya lo traían ‘marcado’.

Eran dos hombres en motos quienes lo seguían. Uno de ellos, Johan Ceballos Useche, se bajó de una motocicleta Yamaha negra de placas YXZ33E, que habían dejado estacionada a una cuadra del sitio.

El otro, identificado como Erimber Joao Flórez Ruiz, llegó en una Suzuki GN roja, la parqueó justo al frente del restaurante, al lado contrario de la calle, y luego se dirigió al punto de encuentro.


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Mientras Johan caminaba por la zona, observando todo con detenimiento, su cómplice se aproximó directamente al lugar. Sin que el cliente lo notara, ambos se le acercaron por detrás y lo encañonaron. Le ordenaron que no mirara y que entregara todos los objetos de valor: una cadena, un anillo, una pulsera y el celular.

La víctima obedeció en parte. Les entregó las joyas, pero suplicó por su teléfono. “Loca, pero el celular no, ese es mi fuente de trabajo”, les dijo con voz temblorosa, intentando evitar que se lo llevaran.

La respuesta fue violenta. Uno de los delincuentes le dio un golpe en la cabeza con la cacha del revólver. “¡Páselo, hijue…! ¡No se haga matar acá!”, gritó el asaltante mientras lo intimidaba. Al ver que no tenía salida, la víctima finalmente entregó el celular.

Todo ocurrió en cuestión de segundos.

Una vez tuvieron los objetos robados, los delincuentes cruzaron de nuevo la calle e intentaron subirse a la Suzuki GN roja para escapar. Lo que no sabían era que un soldado del Gaula Militar, que estaba de civil y pasaba por la zona, había presenciado toda la escena mientras cruzaba la avenida.

No intervino de inmediato. Esperó a que los sujetos se subieran a la moto, y fue entonces cuando desenfundó su arma y abrió fuego.

Erimber Joao Flórez, quien iba a conducir, recibió varios impactos de bala y cayó de la moto gravemente herido. Su cómplice, Johan Ceballos, alcanzó a ser rozado por una bala en el cuerpo, pero logró correr hacia el restaurante, buscando refugio.

“¡No me deje morir, loca!”, suplicaba mientras se metía al local y se agachaba detrás de las mesas, evidentemente nervioso y con miedo.


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La víctima, al ver la escena desde la distancia, se acercó al cuerpo del delincuente que yacía en el suelo y recuperó las pertenencias que le habían robado minutos antes.

Johan, aún con la herida sangrando, seguía gritando que no lo llevaran en moto. “¡Estoy lesionado! ¿Pa’ qué me van a llevar así? ¡Me quieren desaparecer!”, decía desesperado, mientras algunos curiosos intentaban calmarlo.

La Policía llegó al lugar rápidamente. Ambos sujetos fueron trasladados a un centro asistencial por separado.

Aunque llegaron con signos vitales, Erimber Joao Flórez no resistió las heridas y falleció mientras era atendido.

Johan fue estabilizado por los médicos y posteriormente presentado ante la Fiscalía General de la Nación. En este momento, se encuentra a la espera de que un juez le defina su situación jurídica por el delito de hurto agravado.

Las dos motocicletas utilizadas por los asaltantes fueron incautadas por las autoridades, al igual que el arma de fuego empleada para cometer el robo. Todos los objetos que habían sido despojados a la víctima fueron recuperados gracias a la intervención del uniformado y a la propia acción del afectado.

Este intento de hurto ocurrió en una zona donde, según los comerciantes del sector, ya se habían reportado varios robos similares en los últimos meses, especialmente los fines de semana. “Aquí ya nos tienen azotados, pero por lo menos esta vez hubo justicia inmediata”, dijo uno de los trabajadores del restaurante.

Las autoridades ahora buscan establecer si Johan Ceballos y Erimber Flórez estaban involucrados en más hechos delictivos ocurridos recientemente en la ciudad.

Mientras tanto, el caso ha generado opiniones divididas en la comunidad, entre quienes aplauden la reacción del soldado y quienes piden mayor presencia de uniformados en este tipo de zonas.


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