La violencia que se vive en los 11 municipios que conforman el Catatumbo: Ocaña, Ábrego, El Carmen, Convención, Teorama, San Calixto, Hacarí, La Playa de Belén, El Tarra, Tibú y Sardinata, entre las disidencias de las Farc y el Eln, ha alcanzado niveles inimaginables.
En las últimas horas, las autoridades incautaron una camioneta utilizada en el campo para transportar productos muy pesados, que fue transformada en una tanqueta artesanal, utilizada para transportar disidentes de las Farc sin el miedo a recibir disparos y atacar al Eln desde la comodidad del vehículo.
La camioneta pertenece al frente 33 de las disidencias y según pudo conocer Colprensa, fue adecuada con varias láminas gruesas de metal en el platón para impedir el ingreso de disparos y así poder transportar a sus hombres.
Esas láminas contenían también unos espacios que les permitían disparar en caso de ser atacados y el conductor poseía una protección especial en el vidrio, pues solo tenía una rendija para ver y el resto estaba forrado en lámina.
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Otra modificación se encuentra en la parte delantera del vehículo, específicamente en el parachoques, para poder embestir sin mayor daño cualquier objeto.
La camioneta fue incautada por el Ejército junto con una camioneta de alta gama, dos motocicletas, municiones, proveedores, material de intendencia y comunicaciones, elementos acondicionados que se usarían en acciones terroristas.
La nueva oleada de violencia en el Catatumbo comenzó el pasado 15 de enero. Ese día asesinaron a Miguel Ángel López, el único funerario de Tibú y su familia, incluido su bebé de seis meses y aunque se dijo que ese habría sido el detonante de la guerra, el presidente, Gustavo Petro, reveló las verdaderas intenciones del ELN.
Según el mandatario, un mes antes ese grupo movió tropas desde el departamento de Arauca, por Venezuela, para orquestar una guerra planeada contra las disidencias por el control de la frontera.
Desde que empezaron los enfrentamientos, estos han dejado un saldo de al menos 56 personas muertas y 54.098 desplazadas. De acuerdo con datos del PMU de la Gobernación de Norte de Santander, la mayoría de los desarraigados se han movilizado hacia Cúcuta (24.976), Tibú (13.376) y Ocaña (10.228) generando una crisis de atención humanitaria en estas zonas.
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