Doscientas ochenta dosis de bazuco, listas para ser comercializadas, le fueron encontradas a Franklin Gregorio Figueroa García, tras una requisa y la alerta dada por un perro de antinarcóticos de la Policía de Norte de Santander en Pamplona.

Este hombre de 53 años, reconocido por la venta de esta droga,  se desplazaba por el barrio Jurado, donde fue interceptado por las unidades policiales. El bazuco lo llevaba entre un bolso, aseguró el reporte judicial.

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“En desarrollo del Plan 100, con el fin de reducir el tráfico local y la comercialización de estupefacientes en menores cantidades, se logró la captura de este presunto expendedor mediante actividades de control territorial. Le fueron encontradas las papeletas transparentes, las cuales contenían una sustancia pulverulenta que por sus características de color y olor se asemejan al bazuco”, señala el comunicado oficial.

Figueroa García deberá responder por el delito de tráfico, fabricación o porte de estupefacientes. Un juez de control de garantías le dictó medida de aseguramiento en centro carcelario.

El bazuco es un polvo de color blanco o café de olor dulce. Se extrae del procesamiento de la pasta de coca, mezclada con ácido sulfúrico, kerosene y metanol. Además para rendirla le añaden polvo de ladrillo, destapa cañerías, jabón y cualquier ingrediente que pueda servir para aumentar su peso y precio de venta, señalaron las autoridades.

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Los efectos

El consumo aumenta la actividad de todo el organismo, incrementa la tensión arterial y los latidos del corazón, aumento de la actividad muscular y la temperatura corporal, suele presentarse falta del apetito y en ocasiones genera sudoración, temblor y fatiga muscular.

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