En Cúcuta y todo Norte de Santander, la delincuencia común organizada ha tejido una red silenciosa que impacta la vida económica y emocional de miles de familias emprendedoras. Las llamadas intimidantes, las amenazas constantes, disfrazadas de colaboraciones, y los cobros ilegales, impuestos por grupos al margen de la ley, se han convertido en parte del día a día de pequeños y medianos comerciantes.
También: Ataque a bala frente a la cárcel de Cúcuta, ¿contra quién estaba dirigido?
Algunos deciden resistirse, otros optan por cerrar sus negocios y muchos más guardan silencio por el temor a las represalias. Esta triste realidad, que va en aumento, refleja un escenario donde la supervivencia parece depender de esquivar a quienes han hecho del miedo su principal arma.
En medio de este aterrador panorama, los nortesantandereanos que deciden emprender en diversas áreas comerciales, se ven envueltos en una situación que pocos se atreven a contar y mucho menos a denunciar: una economía marcada por los delitos de extorsión y secuestro, que siembran terror y ejercen presión constante sobre quienes únicamente buscan salir adelante.
Ante este desolador escenario que limita el desarrollo económico y fractura la tranquilidad de la región, surge la necesidad de contar con mecanismos especializados, capaces de enfrentar estas modalidades delictivas.
Lea aquí: La señalan de ser una jíbara el barrio Belén de Cúcuta
Las denuncias, aunque escasas por el temor de las víctimas, revelan la presencia de estructuras criminales cada vez más organizadas, las cuales operan con métodos sofisticados y amplias redes de apoyo.
Combatirlas exige algo más que la acción policial tradicional: requiere inteligencia, precisión operativa y una respuesta articulada que permita anticipar, desmantelar y neutralizar estas amenazas.
En este esfuerzo por enfrentar a los actores criminales que afectan la seguridad y el progreso de la ciudadanía nortesantandereana, entra en escena el Grupo de Acción Unificada por la Libertad Personal (Gaula) de la Policía Nacional.
Esta unidad élite, especializada en combatir la extorsión y el secuestro, trabaja de manera articulada en toda el área metropolitana y el departamento, desplegando estrategias de inteligencia, prevención e investigación, que buscan proteger a la ciudadanía y desarticular las estructuras que intimidan a los empresarios.
Además: Madrugada violenta en Cúcuta: dos policías asesinados y dos más heridos
Su labor, muchas veces silenciosa y de alto riesgo, se convierte en una pieza clave para devolverle confianza y tranquilidad a quienes diariamente luchan por sostener sus sueños.
Para comprender de cerca esta operatividad y el impacto real que tiene en la lucha contra la extorsión y el secuestro, La Opinión conversó con dos personas determinantes en esta misión: el mayor Luis Franco Aparicio y el mayor Cristian Rozo, comandantes de las unidades del Gaula Metropolitano de Cúcuta y de Norte de Santander, respectivamente.
Desde sus experiencias en terreno y el liderazgo de operaciones estratégicas, los oficiales revelan los desafíos actuales, las modalidades delictivas más frecuentes, los avances operativos y la forma en que esta unidad élite enfrenta diariamente a las estructuras criminales que amenazan la estabilidad de la ciudadanía. Sus testimonios permiten entender cómo funciona el Gaula desde adentro y cuál es la realidad de combatir delitos que se ocultan en el silencio de las víctimas.
Mecuc: contra los camiones incinerados
El mayor Luis Franco Aparicio manifestó que, en lo corrido de 2025, en el área metropolitana de Cúcuta han aumentado las capturas por estos delitos, esto gracias, en parte, a las campañas de prevención, mediante las cuales han preparado a la ciudadanía sobre cómo actuar en caso de verse envueltos en esta problemática. En este sentido, destacó que hubo una disminución del 26% en extorsión y un 50% en secuestro, en comparación con el 2024.
Entérese: Madre e hijo desaparecidos en Cúcuta: su familia vive semanas de angustia y zozobra
Resaltó el operativo de San Cayetano, puesto que permitió la neutralización de un integrante del Eln y la captura a otro, ambos presuntamente responsables de generar temor en la población, con la incineración de los camiones de gaseosa y cerveza en el área metropolitana. Este procedimiento se dio en medio de una racha de cuatro atentados en contra de este tipo de vehículos de carga.
“No hay operativos fáciles, ya que de por medio está la vida de los funcionarios y de las víctimas que denuncian y confían en la Policía Nacional, es gracias a los ciudadanos, que se atreven a demandar, que somos exitosos, porque ellos conocen la información de primera mano”, indicó el mayor Aparicio.
También manifestó que, en lo corrido del presente año, han realizado más de 100 capturas, entre los delitos de secuestro y extorsión, lo que ha demostrado un aumento del 46%, casi el doble, en comparación con el año pasado.
El sector comercial más afectado es el que está situado en el centro de la ciudad y en los alrededores de la Terminal de Transporte, así lo evidencia el registro de llamadas y de casos extorsivos, debido a que en estos sitios converge el mayor número de negocios; pero además, Cenabastos y barrios como Aeropuerto y Los Caobos, donde se sitúan los pequeños restaurantes.
Mayor información: No pudo cambiar su destino: Chatarra fue asesinado en Cúcuta un año después de salir de prisión
Errores comúnes
El oficial explicó que cuando la persona se ve envuelta en una extorsión, dice: “me están pidiendo 100.000 mil pesos, yo se los puedo dar y con eso me voy a quitar ese problema”, es una reacción instantánea, generada por el susto, que motiva a las víctimas a pagar sumas que van desde los $50.000 hasta los $200.000 mil pesos, creyendo que con eso se va a quitar el problema de encima, sin embargo, asegura que no es así, y en muchos casos termina siendo un error.
“Las consignaciones bancarias por extorsión varían desde los 50.000 mil pesos, hasta $5.000.000, $10.000.000 y $20.000.000 millones. Cada víctima reacciona diferente, unos se asustan, otros lloran, pero al ser doblegados a lo que les exige el delincuente, terminan siendo presos de ellos”, señaló el mayor.
Desplegados en todo el departamento
Sobre el panorama en el departamento, el mayor Rozo indicó que hay múltiples municipios en los que se presentan extorsión y secuestro, y es a raíz del mismo conflicto armado que se han registrado una serie de retenciones en zona rural de Tibú y parte del Catatumbo.
Siga leyendo: Capturados en Chitagá, presuntos integrantes del Frente Efraín Pabón Pabón del Eln
El oficial contó que actualmente en el departamento existe una modalidad de extorsión, denominada falso servicio, que consiste en la contratación de un conductor para que éste se desplace a alguna zona rural y una vez estando allí la persona, los delincuentes llaman a un familiar para hacerle creer que su ser querido está secuestrado, y paguen cierta cantidad de dinero.
De acuerdo con el comandante del Gaula departamental, este tipo de ‘secuestro’ se realiza solo por celular, y aseguró que “la mayoría de estas llamadas son hechas desde los diferentes centros carcelarios, y se dan sobre todo en municipios que no están en la región del Catatumbo, como Chinácota, Chitagá, Toledo, Labateca y Ragonvalia, que están situados al sur del departamento, donde no hay injerencia de grupos armados organizados, allí es donde se presenta más el falso servicio”.
Las personas más afectadas por este tipo de extorsión son manicuristas a domicilio, veterinarios, personas que realizan ornamentación en fincas, técnicos de aire acondicionado, carpinteros, jornaleros, entre otros.
Además: A prisión cinco sujetos pertenecientes presuntamente al Frente 33 de las Farc
Algunos rescates
Manifestó que el caso más difícil que han atendido en lo que va del 2025 fue el rescate en Ábrego de Álvaro Antonio Páez Ortiz, un comerciante panadero de 43 años, a quien mantenían cautivo y amarrado con cadenas, vendas en los ojos y en condiciones inhumanas. Este caso fue muy emblemático para el Gaula Denor, porque no solo lograron la liberación del comerciante, sino que además capturaron a otras seis, en un procedimiento ejecutado junto al Ejército.
De igual forma resaltó la operación desplegada por el secuestro del papá de la alcaldesa de Sardinata, en la cual, tras una labor investigativa en coordinación con la Fiscalía, lograron la captura de 3 personas, que serían las responsables del hecho.
También fue importante el rescate de un menor de edad que estaba secuestrado en zona rural de Sardinata, allá también detuvieron a 3 integrantes del Eln, encargados de la retención.
También: Un policía muerto y otro herido dejó ataque armado a manos del Eln en el corregimiento de
El mayor Rozo llamó la atención sobre el pago de extorsiones, señaló que es un tipo de patrocinio al terrorismo, por eso considera que es importante que las víctimas no accedan a esas presiones, “porque cuando las personas pagan esas cuotas extorsivas, lo que hacen es que los grupos se sigan fortaleciendo y puedan ir consolidando territorios”.
Destacó que en lo corrido del año, se han hecho 15 capturas de diferentes actores criminales por casos de secuestro, lo que refleja una reducción del delito en comparación con el año anterior.
Por último, recordó que para reportar casos de extorsión o secuestro, la Policía Nacional cuenta con dos líneas gratuitas de atención disponibles en todo el país: la 165 del Gaula, y la línea única de emergencias 123.
Las autoridades también recomiendan que cuando una persona reciba llamadas extorsivas, debe acercarse a la estación de Policía más cercana y denunciar la situación, desde allí es puesta en contacto con el grupo Gaula del departamento donde reside y la entidad despliega un agente especializado para asesorarla y orientarla de manera anónima, en todo el proceso investigativo.
Gracias por valorar La Opinión Digital. Suscríbete y disfruta de todos los contenidos y beneficios en https://bit.ly/SuscripcionesLaOpinion.
