Rolando Serrano apodado por unos como ‘El Loco’ y por otros como ‘El Faraón’, falleció en la tarde de ayer tras unos quebrantos de salud a sus 83 años dejando en luto al fútbol de Norte de Santander.
Serrano fue un magistral volante y a la fecha es el único jugador del departamento que ha disputado un Mundial de mayores: lo hizo en Chile 1962.
“Me recuerda la primera y única vez que pisé un escenario en un mundial. A estas alturas, todavía me recuerdan en todos los libros de la historia del fútbol y tuve la oportunidad de defender los colores de Colombia. Nos faltó más fogueo, nos faltó salir a competir como los otros seleccionados”, comentó Rolando consultado sobre sus recuerdos en Chile 1962, en una entrevista concedida a este medio en 2004.
Nacido en Pamplona, el 13 de noviembre de 1938, José Rolando Serrano Lázaro fue criado en Cúcuta estudiando en el colegio Sagrado Corazón de Jesús hasta quinto de bachillerato, momento en el que el fútbol pudo más y lo sacó de las aulas a la cancha.
Recorrido profesional
Se acercó al Cúcuta Deportivo en 1955, a sus 17 años, y pudo debutar ante Santa Fe marcándole a 'Manolín' Pacheco según registra el libro ‘Cúcuta Deportivo, historia y anécdotas’ publicado por La Opinión. “Los directivos no creyeron en mí”, dijo Serrano.
Tras ese paso viajó a Tibú y reforzó el equipo aficionado Colpet (Colombian Petroleum Company) hasta principios de 1957, cuando regresaría el conjunto fronterizo en el que estaría hasta finales de 1960 siendo un referente del mediocampo por su marca férrea y acompañamiento en el área.
Su desempeño lo llevó al América de Cali, que era dirigido por Adolfo Pedernera para vestirse de rojo entre 1961 y 1963 teniendo el privilegio de dar jugar el Mundial de 1962.
Su paso a América ayudó a que el Cúcuta se armara, pues los ‘diablos rojos’ pagaron 20.000 pesos por su traspaso.
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En 1964 y 1965 fue a Santa Marta para jugar con el Unión Magdalena, en el que jugó con el brasilero Cuarentinha al que definió como un verdadero crack.
Sobre el mejor de su carrera dijo que fue uno al Deportivo Cali en 1965.
“Jugaba el Cali contra el Unión Magdalena y desde la mitad de cancha rompí la valla y vencí Rosendo Toledo. Sin embargo, lo anularon porque estaba fuera de lugar”.
De la ‘bahía más linda de América’ partió a la capital para vestirse de azul. En Millonarios estuvo en el 66 y 67, logrando un subcampeonato y enfrentando al gran Pelé cuando jugaba con el Santos.
Luego de paso por Millonarios regresaría a la costa pero para actuar con Junior de Barranquilla por tres años (1968, 1969 y 1970).
Su única experiencia internacional la vivió con el Tiquire Flores de Maracay, en Venezuela durante unos meses de 1971 antes de volver al Cúcuta Deportivo para culminar su carrera. La acabó a mediados de 1972 bajo las órdenes de ‘Pancho’ Villegas.
Serrano continuó en el fútbol y en 1978 dirigió por primera vez al Cúcuta Deportivo en el mes de enero. En 1981 asistió a la Academia Internacional FIFA-Coca Cola para entrenadores con el profesor Bonetti de Brasil. A final de ese año, tomó al rojinegro.
En el 82 continuó como timonel motilón durante dicha temporada. Volvería el 2 de junio de 1984 en reemplazo del uruguayo Nelson Silva Pacheco y continuaría hasta septiembre de 1985. En 1989 acompañaría a Hermán ‘Cuca’ Aceros.
Único mundialista
Serrano mantiene a la fecha el título de ser el único nortesantandereano en jugar un Mundial.
“La Selección Colombia se conformaba preferiblemente con jugadores de Medellín, Bogotá y Cali. A los jugadores de Bucaramanga y Cúcuta nunca los tenían en cuenta. A ‘Hermán ‘Cuca’ Aceros, que era de Bucaramanga, lo llevaron porque estaba en Cali, y a mí porque era del América y el técnico era Adolfo Pedernera (Argentina), entrenador del equipo rojo de la capital del Valle del Cauca” recordó el abuelo materno de la tenista María Camila Osorio Serrano.
Actuó en el mítico 4-4 de Colombia ante la Unión Soviética en el que Marcos Coll anotó un gol de tiro de esquina.
“Yo era el mediocampista, el que le daba vida a eso. Yo era el que jugaba en el centro del campo, cuando eso el número cinco era el que manejaba el juego, hice un buen partido. Recuerdo que iba a cobrar ese tiro de esquina pero Marco me lo quitó y lo pateó él”, rememoró el volante que también jugó la Copa América de Bolivia 1963.
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“Esta se constituye en una gran pérdida para sus familiares y amigos, y asimismo es una lamentable partida para nuestro deporte, donde lo extrañaremos y recordaremos con gran cariño, aprecio, respeto y admiración”, expresó la Federación Colombiana de Fútbol en un comunicado.
‘Un hombre extraordinario’
Hugo Horacio Lóndero y Germán ‘Burrito’ González recuerdan a Serrano como un hombre extraordinario dentro y fuera del campo.
“Como deportista fue uno de los grandes. Tuve la suerte de jugar con él, en el Cúcuta, en 1971. Un tipo inteligente, con muchísimas clase, muy capaz”, recordó Lóndero.
Por su parte, ‘El Burrito’, evidentemente conmocionado dijo que lo tiene presente como uno de los mejores.
“Lo recuerdo como uno de los mejores futbolistas que conocí, que vi y con quien compartí. Estaba muy niño cuando él estuvo en el mundial de 1962 y era ver a un ídolo”, expresó González quien propuso que una tribuna del estadio adopte el nombre de ‘El Faraón’.
“Rolando fue una persona muy alegre. El cucuteño más cucuteño por su manera de hablar, por su falta de protocolo, fue un hombre muy chistoso. Tenía un cuento distinto cada día, alegraba a todo el mundo, fue alguien extraordinario. Compañero inigualable, los que tuvimos la suerte de conocerlo siempre lo vamos a tener en el recuerdo como un grande”, resaltó el argentino Lóndero.
Serrano Lázaro fue homenajeado decenas de veces. La más reciente fue en diciembre de 2021 con el desarrollo de la Copa Sub-17 Rolando Serrano en el estadio Gran Colombiano de Villa del Rosario, misma que contó con los equipos juveniles de Millonarios y Junior.
En 2012 recibió una condecoración por el programa Colombia Mayor por su paso por Chile 1962.
En 2018, en el estadio General Santander, hizo saque de honor en un juego del Cúcuta Deportivo.
'El fútbol fue mi vida’
En el 2004, Serrano fue ‘al banquillo’ de La Opinión y habló de sus vivencias.
Preguntado sobre que fue el fútbol para su vida respondió que lo fue todo.
“Fue mi vida, mi pasión, todo. Desafortunadamente no le di el valor que era, el ser futbolista es un don que Dios le da a uno. Hay papás que creen que al “pelao” lo pueden meter a futbolista y sale futbolista, no. Es un don de Dios manejar el balón”, dijo ‘El Loco’, quien admiraba las cualidades de Faustino Asprilla.
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La leyenda nortesantandereana, aquella vez, criticó también al futbolista colombiano.
“Somos desconcentrados. En el momento en que más lo necesitamos; somos muy tropicalistas, nos alegramos pronto, empatamos con Alemania y perdemos con Camerún”, subrayó haciendo alusión a la participación del Mundial de 1990.
Curiosamente consultado hace 18 años sobre cómo imaginaba el Edén dijo que esperaba un lugar con paz y tranquilidad.
“Como una parte donde está uno con paz, con tranquilidad, donde no hay envidia, no hay nada. Comentaba con un compañero que si hubiera fútbol en el otro mundo, pues, ojalá que lo alinearan a uno porque allá tiene que haber un juego en paz, no había patadas, ni groserías, ni árbitros que se vendieran”, declaró diciendo también que le gustaría conocer al Papa (para la época era Juan Pablo II).
En referencia a que extrañaba del fútbol dijo que la fama. “Es muy bonita, pero cuando se va viene el olvido”.
Paz en la tumba de Rolando Serrano, histórico del deporte rojinegro.
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