Colombia se quedó esperando un debate presidencial que no fue. Al término del plazo trazado por el Tribunal Superior de Bogotá para que se pactara una cita entre Rodolfo Hernández y Gustavo Petro, los equipos de los aspirantes a la Casa de Nariño no presentaron una solicitud conjunta ante el sistema de medios públicos –RTVC– que era el requerimiento primario para llevar esa convocatoria a buen término.
A falta de un diálogo entre las campañas, la jornada del jueves terminó con una faceta que se le ha conocido bien a los candidatos en medio de la contienda.
Lea: "Los debates siempre son buenos, tienen que ponerse de acuerdo": Duque
Primero, Hernández leyó un comunicado de tres páginas durante un Facebook Live en el que puso en manos de un juez la determinación de definir quién había desacatado la directriz dada por el juzgado ubicado en la capital colombiana de pactar las condiciones de un debate.
La versión del candidato de la Liga de Gobernantes Anticorrupción es que –considerando que su contraparte no le presentó detalles sobre la hora, fecha y condiciones para el debate– se podía asumir que el senador Petro –dice él– no tenía un interés genuino en la realización del evento.
“Al afirmar que dejaba en manos de un tercero la realización del debate demostró que no estaba dispuesto a atacar lo proveído en la forma dispuesto por el despacho”, escribió el ingeniero de 77 años.