La Superintendencia Financiera reveló que la tasa de usura para enero de 2026 quedó fijada en 24,36% efectivo anual. Lo que representa una caída de 0,66 puntos porcentuales respecto al dato de diciembre.
La reducción de la tasa de usura para enero implica que las compras efectuadas con tarjeta de crédito serán, en términos de intereses, más económicas que las realizadas en este último mes del año.
Al bajar el tope máximo que pueden cobrar las entidades financieras por el uso del crédito, el costo de financiar consumos a plazos se reduce, lo que significa menores cargos por intereses para los usuarios que difieran sus compras o mantengan saldos pendientes en sus tarjetas.
La tasa de usura cumple un papel central dentro del sistema financiero, pues actúa como un referente fundamental para la determinación de los intereses remuneratorios y moratorios que pueden aplicar las entidades de crédito, así como para fijar el límite legal a partir del cual un cobro se considera usurario, de acuerdo con lo establecido en el Código Penal.
En ese sentido, cualquier cambio en este indicador tiene un impacto directo sobre el costo del financiamiento, ya que define el tope máximo de intereses que los establecimientos financieros están autorizados a cobrar a los usuarios por sus créditos.
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La Superintendencia Financiera también definió las tasas efectivas anuales por modalidad de crédito, con diferencias marcadas según el tipo y el monto del financiamiento. El crédito productivo de mayor monto se ubica en 26,80%.
En el segmento productivo, el crédito rural tiene una tasa de 18,65%, inferior a la del crédito productivo urbano, que alcanza 38,49%. En cuanto al crédito popular, las tasas son más elevadas: el popular productivo rural llega a 50,88% y el popular productivo urbano se sitúa en 59,83%, reflejando el mayor riesgo y costo financiero de estos productos.
¿Cómo mitigar el impacto por una tasa de usura elevada?
Analistas recomiendan varias estrategias para no verse afectados por tasas de interés altas. Una de las principales es cumplir puntualmente con los pagos de las compras realizadas, e incluso anticiparlos antes de la fecha límite.
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“La tasa de usura solo entra en juego cuando hay mora. Un retraso de apenas 24 horas ya habilita el cobro del interés máximo”, explicó Juan Pablo Vieira, CEO y fundador de JP Tactical Trading.
El analista también aconsejó no financiar compras de alto valor con tarjeta de crédito, ya que en un entorno de tasas elevadas este instrumento se convierte en una de las formas más costosas de endeudamiento a mediano plazo.
Finalmente, recomendó activar las alertas de pago ofrecidas por las entidades financieras, una herramienta que ayuda a evitar olvidos y reduce el riesgo de caer en mora por simples descuidos.
Con información de La República
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