El cubano que se enamoró de Cúcuta
Rordani Flores es boxeador de profesión, natal de La Habana (Cuba). Llegó a la Perla del Norte hace tres meses y, desde entonces, supo que este era el lugar ideal donde reharía su vida.
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“Lo aprendí a raíz de mi papá, él tenía un gimnasio en el que entrenaba boxeadores, y a mí siempre me gustó. Cada vez que llegaba de la escuela, me sentaba a verlos entrenar”, relató.
A la edad de siete años, Rordani se vinculó por primera vez a practicar el deporte, primero, con ejercicios suaves de ataque, luego, con prácticas más avanzadas que lo hicieron enamorarse de este arte. Su madre, como docente de educación física, lo ayudaba a mantenerse en forma.
Con los años, el talento del joven llamó la atención de diferentes escuelas que lo impulsaron a llegar al equipo nacional de boxeo de Cuba y a participar en eventos internacionales.
Uno de ellos le ofreció la oportunidad de salir de su país natal en busca de mejores oportunidades, pero con la difícil decisión de dejar atrás a sus padres, fue así como llegó a Caracas (Venezuela) en el 2010 y, más tarde, a ciudad Valera, estado Trujillo.
“Tuve que luchar muy duro contra peleadores cubanos para llegar a la Copa Iberoamericana, que fue la que me permitió salir. Aproveché la oportunidad, desde entonces no regresé”, contó.
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En Valera (Venezuela) vivió durante diez años, tiempo en el que conoció el amor, tuvo su primer hijo y cumplió el sueño de inaugurar su propio club.
“Mi meta era llegar a Estados Unidos y seguir peleando, pero me gustó la vida en Venezuela, me sentí bien y decidí quedarme”, comentó Flores.
Sin embargo, poco sabía que, años más tarde, la situación económica y social del país lo llevaría a un nuevo destino. Gracias a un amigo, llegó a Cúcuta a trabajar como instructor de gimnasio, cuando se le presentó la oportunidad de iniciar un nuevo club en el Popular.
En la actualidad, con 32 años, el siguiente sueño de Rordani es poder traer a su esposa e hijo de Venezuela y a sus padres de Cuba para tener cerca a su familia, también, llegar a combates en la costa Caribe, donde, se comenta en el gremio boxeador, están algunos de los más fuertes contrincantes.