Aída Merlano Rebolledo, la excongresista condenada por corrupción que se hizo célebre por su fuga de un consultorio odontológico lanzándose desde un segundo piso con ayuda de una soga, reapareció este jueves en una nueva audiencia en el caso por el que se le acusa de fuga de presos.
La excongresista, que había llegado a un preacuerdo con la Fiscalía en este caso, pero que finalmente fue negado por un juzgado penal de Bogotá en octubre de 2024, compareció de forma virtual desde la guarnición militar en la que se encuentra recluida pagando otra condena de 15 años de prisión por delitos electorales cometidos durante la campaña a las elecciones de 2018. Desde allí, aseguró que no se arrepentía de haberse escapado ese 1 de octubre de 2019, si no “de haber cometido los delitos”, que desencadenaron su primera condena.
“Quiero que sean conscientes, y decirles por mi propia voluntad que estoy muy arrepentida no de haberme fugado, porque no me arrepiento de eso, me arrepiento de haber cometido errores entre esos los delitos que me llevaron a estar privada de la libertad por primera vez”, aseguró Merlano de forma virtual.
La exrepresentante a la Cámara por el Atlántico en el periodo 2014-2018 buscaba reelegirse, y por eso, en 2018, aspiró nuevamente a una curul, pero esta vez en el Senado con el aval del Partido Conservador. En medio de esa campaña, su sede en Barranquilla conocida como “Casa Blanca” fue allanada por las autoridades y en ella se encontraron documentos y comprobantes con aportes que excedían los topes de financiación privada. Además, se encontraron fajos de dinero en efectivo, que al parecer, eran utilizados para la compra de votos.
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Merlano, que estaba recluida en la cárcel el Buen Pastor, de Bogotá, antes de su fuga, insistió que “cometió un error” y que “nunca lo he desconocido”, razón por la cual, señala, lleva tres años en la guarnición militar purgando su condena. Además, recordó los años que pasó en Venezuela, país al que huyó luego de fugarse del consultorio odontológico y en el que, al parecer, también estuvo retenida y “sometida a cosas terribles”.
“Tengo aproximadamente tres años de estar en este lugar, siete años de estar privada de la libertad; y tres años que pasé en Venezuela bajo unas condiciones deplorables de privación de la libertad donde estuve sometida a cosas terribles”, agregó la excongresista en su intervención.
Así mismo, expuso que siente que las autoridades se estarían ensañando en su contra pidiendo una pena alta por el delito de fuga, por el que su hija, Aída Victoria Merlano, también fue condenada a 13 años y ocho meses de prisión.
“Es triste ver cómo los órganos de control, las entidades judiciales, en este caso el Ministerio Público, ha tenido esa voluntad de castigarme moralmente, políticamente, lo que ellos creen conveniente que debo pagar”, añadió.
Merlano insistió en que existe “sevicia” en su caso por el delito de fuga y pidió que parara “por lo menos aunque se opongan, pero no me señalen ni me califiquen porque solamente yo sé las razones que llevaron a fugarme. Lo que tenga que pagar si esto lo apelan 20 veces, no importa, yo voy a seguir privada de la libertad”, concluyó.
La jueza que lleva el caso citó para el próximo 5 de diciembre a una nueva audiencia. En esa diligencia se conocería el monto de la pena por su fuga.
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