Una nueva tragedia sacude al mundo del entretenimiento coreano. Kim Jong Suk, modelo surcoreano de 29 años y aspirante a actor, falleció inesperadamente el pasado 4 de junio, apenas días antes de dar el salto a la actuación profesional. La noticia fue confirmada por su familia durante el funeral celebrado en Hanam, desatando una ola de conmoción en redes sociales, portales de espectáculos y entre sus seguidores, que aún tratan de asimilar la repentina partida de una figura emergente.

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Kim Jong Suk no era aún una estrella internacional, pero su rostro ya era familiar en la industria del modelaje y la televisión coreana. Comenzó su carrera en 2014, posando para catálogos de comercio electrónico. Pronto se convirtió en imagen de la marca de cosméticos DASHU, especializada en productos masculinos, lo que lo llevó a consolidarse como un referente de estilo y cuidado personal en redes.

Pero su gran salto a la fama llegó en 2022, cuando participó en el reality show de citas Skip Dating, transmitido por tvN y conducido por celebridades como Yoo Jae Suk. Aunque no ganó, su carisma, elegancia y sonrisa permanente lo convirtieron en uno de los concursantes más recordados por la audiencia. Desde entonces, su número de seguidores no dejó de crecer.

Recientemente, había anunciado que estaba trabajando en su debut como actor, un sueño que perseguía desde sus años universitarios. Incluso se rumoreaba que participaría en una serie romántica juvenil programada para finales de 2025. Su última publicación en redes fue solo unos días antes de su muerte.

El pasado 4 de junio, Kim fue encontrado sin vida en su domicilio. La familia, visiblemente afectada, decidió esperar hasta el funeral, celebrado el 6 de junio en la funeraria Maru Park de Hanam, para hacer pública la noticia. De acuerdo con la información revelada por los medios surcoreanos, su entierro tuvo lugar en el Chuncheon Rest Garden y en el Yanggu Memorial Park, en una ceremonia privada, íntima y sin acceso a prensa.

Lo que debía ser el inicio de su etapa como actor, terminó siendo el punto final de una carrera prometedora.

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Silencio, rumores y respeto

El impacto de su fallecimiento generó conmoción inmediata, pero también una peligrosa ola de especulaciones. En redes comenzaron a circular rumores sobre un posible suicidio, conflictos personales e incluso supuestos problemas con una expareja. Ante esto, la familia de Kim Jong Suk rompió el silencio para pedir respeto por su memoria.

Su hermana, en particular, denunció la circulación de noticias falsas y aclaró que la familia no ha confirmado la causa de muerte. También anunció que se emprenderán acciones legales contra aquellos que estén difamando a su hermano.

“Por favor, recuerden a Jong Suk como el joven cálido, trabajador y lleno de sueños que era. No permitamos que los rumores opaquen lo que él realmente fue”, escribió en una emotiva carta publicada en su cuenta de Instagram.

La noticia también provocó reacciones dentro del mundo del espectáculo. Algunos colegas del reality Skip Dating y modelos que compartieron pasarela con él, manifestaron su dolor en redes sociales:

“No lo puedo creer. Jong Suk era luz. Siempre estaba sonriendo, siempre animando a todos”, escribió uno de sus compañeros de producción.

Las agencias de entretenimiento y moda también expresaron sus condolencias, sumándose a una conversación cada vez más frecuente en Corea del Sur: la presión emocional y mental que viven los jóvenes dentro de la industria del entretenimiento.

Con tan solo 29 años, Kim Jong Suk no llegó a actuar en su primer papel protagónico, pero su legado como figura emergente ya dejó huella. Fue un rostro familiar para miles de jóvenes que lo siguieron desde las pasarelas hasta la televisión, un ícono de estilo que combinó elegancia con cercanía, y un soñador que inspiró a muchos.

Su muerte deja abiertas preguntas dolorosas y un vacío en una industria que, una vez más, se ve forzada a mirarse a sí misma.

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