Los orígenes del barrio Navarro Wolf, ubicado en Villa del Rosario, a la altura del Anillo Vial Occidental, son cuando menos curiosos, y su historia está estrictamente ligado al nombre de una mujer: Magola Camargo de Ruiz.
A mediados de 1993 se empezó con la invasión de este terreno, de unas 23 hectáreas de extensión, Los había adquirido de tiempo atrás la mujer, bajo la necesidad de construir unas bodegas para almacenar mercancías de exportación en torno al negocio de aduanas.
“Compré esos terrenos porque estaban sobre la Autopista Internacional y los necesitaba para realizar mis bodegas, pero a diferencia de las bodegas, el resto de los lotes estaba sin uso, casi desértico”, expresó la mujer.
Anillo Vial, motivo de la invasión
No obstante, cuando se dio apertura al Anillo Vial fue el momento donde inició la invasión a los terrenos que hoy son conocidos como los barrios Navarro Wolf y parte de Montevideo II.
De acuerdo a Camargo, “a mí un celador me dice que me estaban esperando las personas que invadieron el terreno, que antaño se llamaba ‘Los Alpes’, pero cuando llegué allá no pensé que eran tantos, y así fue como empezó la invasión.”
Tras diversos vaivenes en lo que a desalojos se refiere, finalmente la comunidad logró asentarse en el lugar, y a la mujer no tuvo más opción que arrendar sus bodegas a otras personas.
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Durante los meses siguientes, Camargo se dio a la tarea de delimitar la invasión por lotes, cuadras, zonas verdes y viviendas, además de escriturar los espacios de la iglesia, colegio y el polideportivo.
Según Gabriel Hernández Cañizares, uno de los primeros residentes en la zona, “fue Rafael Camargo, abogado y comandante del M-19 quien me hizo la propuesta de bautizar la invasión con el nombre de Navarro Wolf”.
Años en venta
Para al año 2002, luego de un estudio topográfico financiado por la señora, se delimitaron finalmente los lotes y para una posterior venta, “hay alrededor de unas 30 manzanas en todo el barrio, donde he vendido casi unos 70 lotes, y a cada comprador le doy su respectiva escritura”.
Aunque todavía quedan lotes por vender, lo cierto es que Navarro Wolf se ha convertido en uno de los sectores característicos que se encuentran aledaños a la Autopista Internacional, lugar en el que viven 2.000 personas.
En la actualidad, la comunidad de Navarro Wolf posee una serie de problemáticas que disminuyen la calidad de vida de sus habitantes, relacionadas a la inseguridad, contaminación ambiental entre otras necesidades.
Bajando del polideportivo, un lote baldío está lleno de basura, y de acuerdo a lo expresado por un residente, son las personas en indigencia quienes rebuscan en las bolsas llenas de residuos sólidos buscando encontrar comida, dejando la basura por fuera.
Esta situación, que lleva durante varios años, ha causado un malestar general en la comunidad, que ha buscado la manera de mitigar esta problemática, pero hasta el momento sus esfuerzos han sido infructuosos.
Mientras tanto, Magola Camargo tiene como único propósito vender el resto de lotes que le faltan, para de una vez por todas desprenderse del terreno que hace mucho dejó de ser de ella, pese a haberle pertenecido por derecho.
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