Aunque la presencia de las tropas del Ejército y Policía ha apaciguado de manera ostensible el clima de convivencia en el Catatumbo, las cosas siguen siendo igual de preocupantes para el orden público en este conflictivo territorio.

Ayer, durante una visita relámpago que hicieron a Cúcuta el ministro de Defensa, general Pedro Sánchez, acompañado por los altos mandos del Ejército y la Policía, se conocieron detalles de lo que ahora es materia de preocupación y análisis para las tropas que hacen presencia en esta zona.

En primer lugar, Sánchez reveló que la Fuerza Pública que hace presencia en el Catatumbo ha logrado recuperar un 70 por ciento  del territorio afectado desde el pasado 15 de enero cuando estalló la más cruenta guerra entre el Eln y el Frente 33 de las disidencias de las Farc.

Dijo que en esta guerra se llevan contabilizados, a la fecha,  más de un centenar de campesinos asesinados por el Eln, hecho que a la par provocó el desplazamiento de unas 67.000 personas y el confinamiento de cerca de 23.000 más.

“El panorama ha cambiado, ya que al Catatumbo han intentado ingresar otros actores criminales que vienen desde el sur de Bolívar, desde la Serranía de San Lucas, en el Magdalena Medio, principalmente de las disidencias de las extintas Farc, y esto cambia la dinámica en la zona. Sin embargo, nuestros tropas militares y policiales han trazado líneas muy claras para avanzar en esta recuperación del territorio”, mencionó el ministro. 

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Sánchez manifestó que la recuperación del Catatumbo no es solo militar, sino que debe hacerse de la mano de las comunidades y del Estado, puesto que la economía ilícita, como los cultivos de coca y la minería ilegal, siguen siendo un imán para la violencia, resaltando que la coca no trae progreso, trae muerte y desolación y tristeza. 

 Por desconocer la realidad es que estamos como estamos, dijo el parlamentario Diógenes Quintero, quien calificó la afirmación del ministro Pedro Sánchez como una falta de respeto con la región al decir que la fuerza pública  controla el 70 por ciento del Catatumbo. Que nos diga el ministro Pedro Sánchez a qué territorios comprende ese 70% si la semana pasada hubo combates, enfrentamientos, asesinatos y desplazamientos a 10 minutos  del casco urbano de Ocaña.

Leve reducción de homicidios en Cúcuta

Frente al panorama de seguridad en el área metropolitana de Cúcuta, reconoció una reducción del 7 por ciento en homicidios y del 30 por ciento en hurtos a personas, aunque, admitió, “el secuestro de dos uniformados sigue siendo un caso crítico”. 

Los soldados responden a los nombres de Yimer Andrés Coral Gómez y Julián Reinel Sáenz y, según las primeras investigaciones del hecho, detrás de su secuestro estaría el Eln.

Los hechos sucedieron en la tarde del pasado 9 de abril, en los alrededores de la cárcel Modelo, cuando fueron interceptados  por desconocidos en motocicletas, quienes fuertemente armados los habrían amenazado para llevárselos en los vehículos a un destino aún desconocido.

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Sánchez reveló que ya hay acercamientos con negociadores y que los soldados se encuentran con vida.

Por último, el ministro valoró la cooperación binacional en seguridad con Venezuela, precisando que cuando se publicó el cartel de los más buscados en Cúcuta, las autoridades venezolanas identificaron que dos de ellos eran de su país, “porque estoy seguro que Venezuela, al igual que Colombia tiene un compromiso absoluto de combatir el crimen, el narcotráfico, el terrorismo, independientemente del cartel o el título que tenga, ya sea el cartel del Eln o el cartel de las disidencias”, precisó el ministro de Defensa. 

Ejército y Policía fortalecen presencia en la región

Por su parte, el comandante del Ejército Nacional, general Luis Emilio Cardozo Santamaría, detalló que ya se completan 153 días de operaciones continuas en el marco de la estrategia militar. Explicó que la operación ha tenido tres fases: asistencia humanitaria, ocupación del territorio y desarrollo de operaciones ofensivas.

Aseguró que han fortalecido capacidades de inteligencia, artillería, movilidad aérea y transporte de vehículos blindados, destacando que, aunque las confrontaciones persisten, ya no con la misma intensidad.

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También reportó la recuperación de 32 menores de edad que estaban siendo reclutados por grupos armados, así como 144 desmovilizados y 92 capturas desde el inicio de la operación.

Por su parte, el subdirector de la Policía Nacional, general Rosenberg Arnulfo Novoa, destacó que en el marco de la Operación Catatumbo, en coordinación con las Fuerzas Militares y la Fiscalía, se han ejecutado más de 110 operaciones contra economías ilegales como el narcotráfico y la minería ilegal.

Asimismo, registró que se han destruido más de 130 laboratorios de cocaína, incautado 500 mil galones de combustible y desmantelado redes de criminalidad asociadas al Eln, disidencias de las Farc y el Tren de Aragua.

Entre los capturados figuran alias Geño, implicado en el asesinato de un uniformado en Lourdes; alias Calavera, presunto sicario del Frente 33; alias Pantera, con 15 años de trayectoria criminal; y 17 integrantes del Tren de Aragua que estaban dedicados a la extorsión y tráfico de drogas en Cúcuta y el área metropolitana.

Las ZUT

Al ser interrogado sobre las Zonas de Ubicación Temporal (ZUT) para el Frente 33 de las disidencias de las Farc, el ministro Sánchez indicó que dentro de la resolución que expidió el Gobierno nacional, en estos 45 días se están revisando temas de seguridad, tanto físicos como jurídicos, a fin de establecer cómo sería la logística.

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“La zona aún no se ha definido, pero una vez hecho esto se hará la transición y esperamos avanzar con este Frente 33 de las disidencias de las Farc, con el fin de recuperar más rápidamente la seguridad en el territorio”, dijo el ministro de Defensa.

Agregó que en este territorio no hay cabida para los criminales, en ningún lado de la Constitución Política dice que en alguna zona del país puede existir el Eln, las Farc o el narcotráfico. Afirmó que el estado colombiano está ahora más unido que nunca para restablecer el orden en el Catatumbo, esas son las directrices del presidente de la república Gustavo Petro.

La Zona de Ubicación Temporal (ZUT) en el Catatumbo, impulsada por el Gobierno Nacional, busca reducir la violencia en la región, especialmente en el área rural de Tibú, donde se han registrado desplazamientos y confinamientos masivos. La ZUT busca ser una versión mejorada de los antiguos Espacios Territoriales de Capacitación y Reincorporación (ETCR), destinados a la superación de la violencia, pero surgen dudas sobre su viabilidad jurídica y política, así como sobre el papel del Frente 33 de las disidencias de las FARC dentro de esta zona. 
 

Expectativa por retorno de diálogos con el Eln

Aunque el ministro Sánchez no hizo ningún comentario sobre si el Gobierno Nacional ya está en acercamientos con el Eln para reanudar diálogos con esta guerrilla, en la región, incluidas las autoridades, si hay gran expectativa porque esto suceda, toda vez que con ello se le bajaría el tono a la guerra que se desató desde enero pasado.

Es más, en la pasada sesión 154 del Consejo Nacional de Reincorporación llevada a cabo a finales del mes pasado en Cúcuta, además de abordar las necesidades de los firmantes de paz en Catatumbo y los avances en la implementación de la Zona de Ubicación Temporal (ZUT) en el nuevo proceso de pacificación con las disidencias del frente 33 de las  Farc, también fue incluida en la agenda el tema de la necesidad de retomar diálogos con el Eln. 

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El almirante Orlando Romero, miembro de la delegación del Gobierno Nacional en la mesa de negociación con el Eln, explicó que para que este proceso se materialice se requiere surtir unos mecanismos protocolares, que incluyen no solo una carta con la propuesta oficial, sino que también se requiere que sea la voluntad de las partes.

“Por ahora está la voluntad del gobierno, ahora debemos iniciar unos contactos con el Eln para poder explorar su voluntad de paz y conocer si tienen el compromiso para poder reactivar el proceso”, explicó.

El delegado de la mesa de diálogo con el Eln recordó que la ruptura se dio tras la escalada violenta del 16 de enero contra la población civil del Catatumbo, “en los que no se veía la voluntad de paz”, dijo. 

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