Falta de acceso a internet, desinformación sobre procesos técnicos, escasas herramientas tecnológicas, desconocimiento de la existencia del proceso de regularización, ajustes técnicos en la aplicación, o sus mismas dinámicas de movilidad dentro del territorio se han convertido en retos para que los refugiados y migrantes concreten la aplicabilidad del Estatuto Temporal de Protección para Migrantes Venezolanos (ETPV).
“Trabajo como peluquera y sé que tenemos que hacer lo del estatuto, pero no conozco cómo se hace el proceso en la aplicación. Sólo sé que debemos hacerlo en la página de Migración Colombia”. Estas fueron las palabras de María Portillo, venezolana residenciada en Cúcuta con sus 2 hijas, quienes aún no han iniciado el proceso de amparo al ETPV.
Ella y sus niñas aún no están regularizadas a pesar de tener 3 años residenciadas en Colombia. Las pequeñas sí están estudiando, pero no han podido acceder al sistema de salud por no contar con la documentación para ser afiliadas. “Gracias a Dios son unas niñas muy sanas y no han necesitado, pero sí quiero tener la tranquilidad de que cuenten con un sistema de salud en caso de necesitarlo”, dijo la mujer.
Ana Isabel Muñoz, directora de Corprovid, explicó que una vez se comprendió lo importante de este proceso la misma organización con el apoyo de Migración Colombia comenzó a brindar orientaciones a la población migrante en el territorio.
“Nuestra primera lectura de contexto es ese desarraigo con el cual vive esta población y más acá en zona de frontera, donde se han establecido para poder estar cerca de su país. Son personas que llegan en condiciones muy precarias, muchas han llegado de forma irregular y de una u otra forma hay que hacerles entender por qué de la importancia del Pre-Registro y por qué la importancia de dejar de ser irregular”, indica.
Se han tejido muchas barreras entre los refugiados y migrantes como consecuencia de la desinformación y que impiden lograr estos procesos de forma satisfactoria cuando existe la necesidad del apoyo del organismo migratorio.
Esto lo precisa Muñoz de la siguiente manera: “la gente decía que no quería ir a Migración por temor a ser deportado por comentarios infundados, y dejaba de ir por miedos, cuando pudieran hacerlo. Otros se aprovecharon de estos miedos para venderle el proceso de pre-registro o la prueba sumaria cobrándoles hasta 30.000 pesos”.
El profesional jurídico de Corprodinco en gestión de casos, Jhon William Mendoza, precisó que ellos en la corporación al igual que Ana Isabel en Corprovid asistieron en el proceso de pre-registro a los venezolanos. Sobre la experiencia cuenta que inicialmente tuvieron que ofrecer charlas informativas para explicar la importancia del proceso y los alcances de este mecanismo de protección en la vida de los venezolanos con vocación de permanencia en Colombia.
“Muchos no tenían correo electrónico y les explicamos que debían tenerlo, para ello los apoyamos en la creación del mismo garantizándoles su privacidad. Además, de recalcarle la necesidad de no perder las claves”, dijo.
En la página web Estoy en la Frontera, portal especializado en atención al migrante y refugiado, la mayoría de las consultas e inquietudes de los venezolanos relacionadas con el ETPV tienen que ver con la parte operativa del aplicativo en la página web de migración, así como cuáles son las pruebas sumarias válidas y dudas sobre la ubicación de los puntos de orientación del organismo migratorio.
De las orientaciones brindadas (unas 80 diariamente) al menos el 60% están relacionadas con el tipo de inquietudes nombradas anteriormente, así como muchas explicaciones sobre cómo hacer si perdieron datos del correo o de las citas para cumplir el Registro Biométrico.
César Duarte, jefe región oriente de Migración Colombia, durante el conversatorio virtual ¿Cómo va la implementación del Estatuto Temporal de Protección para venezolanos en Cúcuta? explicó que cuando se habla de proporcionalidad de acuerdo al número de migrantes en Norte de Santander (134.229) y los que han aplicado al ETPV han establecido que el proceso ha sido un éxito en la región.
“Para agosto tenemos un registro de 164.229 venezolanos que estaban en nuestro territorio. Tenemos que para noviembre había un pre-registro en Norte de Santander de cerca de 134.000 venezolanos que han hecho el RUMV (Registro Único de Migrantes Venezolanos) y logramos alcanzar en un mes que 48.469 tengan el registro biométrico”, detalló el funcionario.
En el país, más de un millón 600 venezolanos completaron el RUMV, más de un millón 300 tienen ya su agendamiento de citas para el biométrico y casi un millón han hecho el tercer paso del estatuto para ir hacer la captación de huellas, fotografía y firma.
Zonas rurales y soluciones
Para los venezolanos que viven en las zonas rurales del área metropolitana de Cúcuta también ha existido limitantes para acceder al ETPV, entre las razones expuestas por ellos mismos el poco acceso a la tecnología, la carencia de recursos para salir a la ciudad a hacer el proceso, la falta de información y de tiempo.
Sin embargo, el representante de Migración Colombia en la región sostiene que las cifras de venezolanos amparados bajo el estatuto han mejorado por el apoyo brindado por “las organizaciones en el territorio como Acnur, OIM, Unicef”.
En este sentido, la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) viene desarrollando varias estrategias para cerrar esa brecha de desinformación y lograr que más refugiados y migrantes logren completar cada una de las fases del ETPV.
Una de las estrategias ha sido la implementación del Punto de Orientación de Acnur (PAO) móvil. Dichos espacios, que se vienen implementando desde mediados de 2018 pero como puntos fijos, se reinventaron para llegar a las zonas más alejadas de los cascos urbanos de las ciudades en Norte de Santander.
“Los puntos de orientación del Acnur son espacios físicos fijos o móviles en los cuales se busca proveer información de calidad, confiable y actualizada a las personas de interés, es decir, a las personas refugiadas, migrantes, desplazadas y retornadas. Esta información está relacionada con acceso a derechos, a servicios, a rutas de protección o diferentes rutas institucionales que pueden activarse con el objetivo de que las personas tomen decisiones informadas sobre cómo mejorar sus condiciones de vida”, detalló Yuri Guerrero, asociada senior de protección de Acnur.
Existen alrededor de 9 puntos entre Norte de Santander y Santander. La iniciativa del PAO móvil surgió en 2021 y actualmente ya tienen tres vehículos, dos en Norte de Santander (Cúcuta y su área metropolitana y Ocaña) y uno en Arauca. “Estos son vehículos adaptados como oficina, ofrecen privacidad y confidencialidad para una atención más personalizada, y lo mejor es que se puede trasladar la oficina a distintos puntos de la ciudad. Estamos en Cúcuta y su área metropolitana”, indicó.
Guerrero manifestó que con el PAO móvil y en articulación con los entes territoriales, como las alcaldías, y organizaciones humanitarias se prestan diversos servicios a las comunidades vulnerables, logrando impactar a más de 12.963 personas.
Además, de las asistencias se ofrece el apoyo en los temas de acceso al ETPV, porque “sabemos que en estas zonas apartadas existe una gran dificultad para la conectividad, acceso a internet, acceso a herramientas tecnológicas y sobre todo conocimiento porque desconocen cómo cargar una página web, cómo hacer todo el proceso, cómo escanear documentos”.
Estas asistencias han servido para que más refugiados y migrantes tengan la oportunidad de acceder al estatuto. Solo a través del PAO móvil se ha logrado que 1.483 personas tengan su pre-registro del ETPV.
La asociada senior de protección de Acnur aclaró que los servicios que se ofrecen a través de la unidad móvil son gratuitos. “No queremos que se aprovechen y quieran cobrar por los servicios humanitarios que son completamente gratuitos”, indicó.
A la par, Migración Colombia, según explica Duarte, está haciendo un programa de atención especial en el cual están cumpliendo dos fases del ETPV en una sola jornada. “Estamos juntando biometría con el pre-registro, además, estamos en los sectores municipales como Ocaña, Chinácota, y tenemos programación para otros sectores muy especiales donde queremos juntar ambos procesos”, indicó.
Precisó que en sectores rurales de Santander, como la zona cafetera, están flexibilizando y ampliando la cobertura. “Queremos que la población venezolana que no ha podido hacerlo pueda lograrlo”.
Fue enfático al señalar que acercarse a las oficinas de Migración Colombia no le ocasiona ningún riesgo a la población venezolana sino más bien se le brinda una oportunidad de aclarar dudas cuando las tengan.
Para María Portillo la oportunidad del ETPV es única: “Sé que aún no he cumplido con el primer paso, pero ya ubiqué a uno de los puntos visibles de Migración y lo voy hacer, más que por mí por darle una oportunidad a mis hijas de tener un mejor futuro, sobre todo con una estabilidad en su regulación”.
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