La violencia intrafamiliar no solo afecta a mujeres, niños o adultos mayores y es que, aunque se habla poco del tema, los hombres también pueden ser víctimas dentro del entorno familiar.

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De acuerdo con el Sistema de Vigilancia en Salud Pública (Sivigila) del Ministerio de Salud, en lo que va de 2025 se han notificado 85.453 casos de violencia de género e intrafamiliar en todo el país.

De ese total, 19.843 casos —es decir, el 23,2 %— corresponden a hombres que denunciaron ser víctimas.

Este porcentaje, aunque menor, evidencia un fenómeno silenciado por estigmas culturales y barreras institucionales: la violencia intrafamiliar contra los hombres existe, pero permanece en gran parte oculta por la vergüenza, el miedo al juicio social y la ausencia de rutas claras de atención diseñadas específicamente para ellos.

Para el caso de Norte de Santander, el Sivigila registró 2.145 casos de este tipo de violencia, de los cuales, 625 fueron reportados por hombres, lo que representa aproximadamente el 29,1 % del total en el departamento.

Los casos por municipios están distribuidos así: Cúcuta (205), Ocaña (127), Villa del Rosario (41), Pamplona (34), Los Patios (28), Teorama (28), El Tarra (20), Convención (18), Ábrego (14), Tibú (10), La Esperanza (10), El Carmen (8), Hacarí (8), San Calixto (7), Toledo (7), Pamplonita (7), Salazar de las Palmas (6), Cáchira (6), La Playa de Belén (6), Chitagá (5), Silos (5), Chinácota (4), Ragonvalia (4), Sardinata (3), Cucutilla (3),  Arboledas (2), Mutiscua (2), Puerto Santander (2), Bochalema (1), Durania (1), Cácota (1), Lourdes (1), Santiago (1). 

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Paola Jiménez, psicóloga clínica con experiencia en atención a víctimas de violencia, señaló que, en muchos casos, los hombres no logran identificar a tiempo que están siendo víctimas de abuso, especialmente cuando la agresión es emocional o simbólica, porque “hay patrones muy normalizados que impiden que ellos se reconozcan como víctimas. Se les ha enseñado que deben soportar, que no pueden mostrarse vulnerables”. 

En este sentido, explicó que, los tipos de violencia más frecuentes hacia los hombres dentro del hogar incluyen agresiones físicas, maltrato psicológico y violencia económica, manifestada a través del control de recursos o la imposibilidad de participar en decisiones financieras.

Además, precisó que anque las cifras oficiales muestran algunos casos, se presume que existe un alto subregistro, pues muchos hombres no denuncian por miedo a no ser tomados en serio, por temor a represalias legales o simplemente por desconocimiento de que pueden acudir a las autoridades.

"En nuestra sociedad aún persiste la creencia de que el hombre no puede ser víctima. Por eso, en muchos casos, cuando intenta contar su situación, es ridiculizado o desestimado", señala Luis Fernando Rojas, trabajador social y orientador familiar.

Asimismo, comentó que no existen actualmente rutas institucionales diseñadas con enfoque diferencial para hombres víctimas de violencia intrafamiliar, por lo que, en la mayoría de las ocasiones, deben acudir a las mismas líneas o centros de atención dispuestos para mujeres o menores, lo que refuerza la idea de que ellos no encajan dentro del perfil de víctima.

"Por eso se necesita un cambio cultural para eliminar los estigmas que impiden a los hombres hablar de lo que viven dentro de sus hogares, porque el sufrimiento no tiene género”, puntualizó la profesional. 

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