La vida, por diferentes circunstancias, llevó a Maryuri Ureña Parra a ponerle frente e iniciar a combatir desde muy temprana edad. Esa lucha constante en diferentes esferas de su realidad, terminó trayéndola a un tatami para empezar a hacerlo deportivamente.
El judo, deporte de disciplina y valores, fue el medio para que la cucuteña -quien el pasado 26 de noviembre se alzó con el bronce en los Juegos Panamericanos Junior- canalizara su talento.
Lo viene haciendo hace 6 años por intermedio de la Liga de Judo de Norte de Santander, entrenándose a diario en el coliseo Eustorgio Colmenares y desde hace dos años, por su rendimiento, hace parte del programa Talentos Colombia del Ministerio del Deporte.
“Maryuri es sinónimo de disciplina. Es impresionante su trabajo, su puntualidad. Trabaja en silencio. Es la fiel muestra de que la disciplina vence el talento”, describe Johana Orozco, presidente de la Liga.
La joven de 17 años, que de a poco se perfila como una de las cartas fuertes del judo colombiano para el futuro, heredó, en parte, la pasión por el deporte por su hermano Carlos, quien alcanzó a ser subcampeón nacional en la categoría mayores representando a Norte.
“El judo me ha abierto muchas puertas. Siento que lo es todo, es como mi trabajo. Me siento afortunada de llegar al deporte. Me alega mucho que con toda mi disciplina y con el objetivo de seguir mejorando, sacrificando cosas, he obtenido logros”, afirmó Ureña, quien compite bajo el peso de los -48 kilogramos.
Una medalla de mucho peso
Su camino en las competencias no fue fácil. Inició cayendo ante la venezolana María Giménez con un marcador de 10-1 en un combate en el que se cometieron errores. A pesar de la caída, la deportista encaminó el campeonato y pudo lograr dos victorias ante la panameña Némesis Candelo y la mexicana Kassandra Espinoza.
“Disfruté mucho la competencia. El nivel fue bueno, no se logró lo que queríamos, pero no me podía ir sin medalla. Para mí es un orgullo representar a Norte de Santander”, señaló la juvenil.
“Vi el combate de la medalla con Yury Alvear (doble medallista olímpica) y fue muy emocionante. Es una niña que le ha tocado muy duro y trabaja mucho en silencio. Nos hace sentir orgullosos de que somos el deporte más fuerte en Norte para resultados importantes”, dijo Orozco.
En Cali, fue entrenada por Luis Carlos Galindo quien dirigía sus movimientos aprendidos desde hace cinco años con el sensei Edgardo ‘Lalo’ Gómez con quien practica actualmente dos sesiones al día descansando únicamente los domingos.
“Maryuri es una deportista muy perseverante en lo técnico, lo físico y el ánimo a la hora de combatir. Es una persona muy noble, sencilla, horada y que aspira a superarse siempre. Ha sido consecuente con su crecimiento y el cumplimiento de nuestras metas. Desde que iniciamos, hemos avanzado bastante”, describió Gómez, entrenador venezolano de la Liga.
Para Maryuri, su rendimiento es gracias a Gómez y Orozco, además del apoyo de su familia y Dios, su fortaleza a la hora de competir.
“Es una niña que inició todo el proceso desde sus 11 años. Fue nuestra abanderada en Intercolegiados siendo campeona por tres años. En las categorías infantiles siempre obtuvo sus resultados”, comentó Orozco, quien es la tutora legal de la deportista y compartió vivienda con ella por dos años.
Ureña Parra cuenta en su historial infantil con un bronce en el Panamericano de judo disputado en Ecuador este año y otro más en Cali 2019. Fue subcampeona del Suramericano juvenil en 2019 y en 2018 se quedó con el bronce en otro disputado en Brasil.
Además, participó en los Juegos Nacionales de 2019, en el que con 15 años alcanzó un quinto lugar.
Los Olímpicos, un sueño por cumplir
Para la judoca, quien se moviliza en bicicleta desde su casa ubicada en el barrio Divino Niño para entrenarse, llegar a unos Juegos Olímpicos es un sueño por cumplir.
“Tengo como meta y sueño llegar a unos Olímpicos, pero también sueño con ir evolucionando tanto a mí misma como a mi judo, que lleguen nuevos retos para salir adelante y cumplir mi meta que es estar en Los Ángeles”, dijo Ureña quien actualmente es finalista para obtener la beca otorgada por Oster.
“La veo en los Olímpicos de Los Ángeles 2028. Hace parte de un proceso que esperamos debute en eso juegos y se consolide en Australia 2032”, expresó Orozco sobre el futuro de la cucuteña que fue galardonada como relevación en 2018 por parte de la Acord Norte de Santander.
Por su parte, su entrenador espera en un futuro cercano tenerla participando en Juegos Bolivarianos y Suramericanos tanto juveniles como mayores.
“El crecimiento de un deportista depende también del apoyo de los entes. Esperamos que continúe y ella siga demostrando. La veo participando en un Mundial y en lo sucesivo entrando a un ciclo olímpico”, sentenció el sensei sobre la deportista que ya está terminando sus estudios de bachillerato.
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