La moda sustentable es un modelo de negocios que busca que desde las prendas de vestir haya empatía con soluciones para el cambio climático, mientras se conserva la clase, elegancia y armonía en las telas y la ropa.
Nelson Fernández, académico, investigador y escritor pamplonés, diseñó junto con su equipo de trabajo de Be Greench un modelo eficaz para el diseño de prendas amigables con el medio ambiente.
Esa marca fue fundada por biólogos y estudiantes del programa de Biología de la Universidad de Pamplona interesados en mezclar la moda con la preservación del medio ambiente, esa premisa ha sido reconocida a nivel local. Recientemente, Be Greench ganó el concurso de negocios verdes de la Corporación Autónoma Regional de la Frontera (Corponor).
La implementación del modelo de moda sustentable, según explicó Fernández, busca el uso de telas con 50 por ciento de algodón orgánico y 50 de fibra plástica reciclada, retales de jean que resultan del proceso de confección en talleres de confección cucuteños. Además de telas que vienen de procesos sin vertidos de agua y que reutilizan el agua en el proceso de lavado y acabado textil de prendas.
Estas telas ahorran el 92%, reducen vertimientos de tintes y microfibras, ahorran energía eléctrica y vienen de procesos innovadores y patentados en Europa.
Esta iniciativa ha tenido gran preocupación por los cambios ambientales. Desde su departamento de investigación se ha concentrado en estudiar telas ecológicas e inteligentes, además de explorar la valorización de los residuos fibrosos.
La tradición de moda en Norte
Dada la tradición comercial en nuestra región, la moda sustentable es un tema crítico para el Norte de Santander. Solamente en Cúcuta se producen cerca de cuatro millones de bluyines al año con el consecuente impacto ambiental, especialmente en los recursos hídricos.
A lo anterior se suman todos los demás tipos de productos de vestir que no han sido pensados para contribuir al desarrollo sustentable. Allí está el reto, y la oportunidad para el posicionamiento como una economía regional sostenible que rediseñe el futuro de la moda en Colombia.
Fernández explicó que a través de la moda sostenible buscan generar acciones eficaces, en conjunto con sus aliados estratégicos, que reducen la huella hídrica y de carbono.
La transformación
En una reciente colección de camisetas plasmaron la diversidad de aves en alianza con Birding -Norte de Santander. Todo ello unido en una estrategia de economía circular y cero residuos.
Ese grupo de expertos demuestran que las nuevas generaciones tienen iniciativas para cambiar a la ciudad, pero requieren de espacios donde puedan expresar su creatividad y deseo de transformar positivamente la economía y el entorno social.
“Esperamos ver para el próximo Cúcuta Moda o CúMo una nueva economía textil impulsada por un cambio a nivel de ecosistema de producción que aproveche las oportunidades que ha dejado el problema de un sistema textil lineal actual y nada sustentable. Deseamos así entrar en un nuevo modelo de desarrollo económico y humano, gracias a la ecoinnovación y el emprendimiento, gracias a la moda sustentable”, dijo Fernández.
Debido a la importancia del sector textil en nuestro país, la moda sostenible, fue un concepto que se intentó implementar en la década pasada, pero no hubo la suficiente conciencia para su eficaz uso. Sin embargo, en el 2023 las condiciones están dadas para su surgimiento y éxito.
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