Al presidente Gustavo Petro no le gusta leer teleprompter en casi ningún escenario. Pero en la alocución de la noche del 4 de septiembre, en la que el país esperaba que se refiriera al paro camionero –o que declarara, incluso, el Estado de conmoción interior– el mandatario leyó una carta al pie de la letra como si fuera un teleprompter.

Tuvieron que pasar varios minutos para que la audiencia entendiera el punto central de su mensaje, casi tan cifrado como los números y nombres en inglés que leía: “en julio/agosto de 2021, un banco israelí presentó un reporte de actividad inusual en relación con un depósito de US$5.5 millones en efectivo en la cuenta de la empresa, es decir, en Israel; el pago estaba relacionado con un acuerdo por US$11 millones firmado entre NSO Technologies Limited y la Dirección de Inteligencia colombiana (Dipol) para la compra de Pegasus. La Dipol compró en efectivo por 11 millones de dólares un software para espiar celulares en medio del estallido social y antes de las campañas”, dijo el jefe de Estado.

La denuncia está basada en un documento que le habría respondido a la Unidad de Inteligencia y Análisis Financiero (UIAF) la agencia correspondiente a esas funciones que opera para el Gobierno de Israel, IMPA —aunque Petro se equivocó diciendo que era de Suiza—.

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“¿Cómo salen del país 11 millones de dólares en efectivo en un avión o en dos desde oficinas estatales hacia Israel para comprar un software que espía celulares, comunicaciones privadas, políticas? Quizás durante meses los del principal partido de la oposición terminó (sic) siendo la primera fuerza política del país con su candidato presidencial ahora presidente (...) ¿con qué orden judicial interceptaron para que esas interferencias no sean delito?”, agregó el mandatario.

Calificada por sus opositores como un “globo” o “refrito”, la denuncia del presidente Petro tiene algunas inconsistencias que revelan las grietas de su estrategia y despiertan preguntas más allá del anuncio: ¿Por qué hacer esa denuncia en pleno paro camionero? ¿por qué ignorar que su propio Gobierno, en cabeza del Ministerio de Defensa, negó la compra de ese software? ¿Más allá de esa carta qué pruebas tiene el Ejecutivo de dicha adquisición y por qué no han sido publicadas?

Lo cierto es que la firma israelí NSO Group, dueña del sistema Pegasus y señaló que debido a restricciones regulatorias no pueden “confirmar ni negar la existencia de clientes específicos mencionados”. Aclararon, sin embargo, que su tecnología “cumple con todas las leyes y regulaciones” y que sus compradores son “exclusivamente agencias de inteligencia y fuerzas del orden previamente verificadas”.

El jefe de Estado presentó como nueva una información que ya había sido expuesta no solo en Colombia sino en el exterior. A finales de marzo de este año, el medio israelí Haaretz publicó un artículo titulado “13 millones de dólares en efectivo en un jet privado: cómo pagó Colombia el software espía israelí” en el que se habla de una cifra superior a la que dijo el presidente Petro, pero tampoco detallan con pruebas dichas transacciones.

La respuesta del propio Gobierno Petro fue negar esa investigación. Un comunicado del Ministerio de Defensa de finales de marzo asegura que “una vez verificada la base de datos para las compras estratégicas, administrada por la Dirección de Contratación Estatal del Ministerio de Defensa Nacional —MDN—, se estableció que en el lapso comprendido del año 2020 a la fecha, no se suscribieron contratos entre el MDN y la empresa israelí NSO GROUP para la compra del software ‘Pegasus’”.

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Aún así, a mitad de este año, un programa de Señal Colombia —hoy convertido en megáfono del Gobierno— y la revista Raya hablaron de la denuncia, pero presentaron información distinta de las que mencionó Petro. Dicen en ese reportaje que el expresidente Iván Duque viajó a Israel en octubre en 2021 para asegurar la compra, fecha que no coincide con la que el presidente Petro aseguró se habrían hecho los pagos que era entre julio y agosto de ese mismo año.

Los alcances de Pegasus

Pero, ¿qué es Pegasus y por qué varios países de América Latina lo han adquirido teniendo algunos problemas? ¿Cuál es su alcance real?  Rafael Páez, director de la maestría en Seguridad Digital de la Universidad Javeriana, quien explica que “el software Pegasus es un tipo de malware (software malicioso) que puede espiar todo el contenido de un dispositivo móvil, es decir, conversaciones que se realicen a través de diferentes redes sociales, imágenes, videos, historial de navegación, etc., incluso podría tomar control del dispositivo para activar de forma remota, la cámara y el micrófono”.

El profesor detalla que se ha evidenciado el uso de Pegasus en “México, República Dominicana y El Salvador. Existen otros software espía pero que no tienen las capacidades de Pegasus”, tanto así que hay denuncias graves sobre su uso por presuntamente ser utilizado para interceptar ilegalmente a periodistas, jueces y funcionarios.

“Si bien este tipo de negociaciones la hacen los gobiernos a través de sus agencias de inteligencia, se debe tener un protocolo para su adquisición y en el caso de Colombia, la aprobación de un juez para su uso”, por lo que sería extraño que una transacción de ese estilo se hubiera hecho en efectivo de parte de la Dirección de Inteligencia de la Policía (Dipol). Usualmente, agrega el experto, Pegasus se usa para lucha contra el terrorismo y en defensa de la seguridad nacional.

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