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Norte de Santander en riesgo de quedar incomunicado por efectos de la ola invernal
Las intensas lluvias que han caído sobre el departamento han provocado afectaciones en 17 municipios según balance de la Secretaría de Gestión del Riesgo de Desastres en el departamento.
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María José Salcedo
Miércoles, 13 de Noviembre de 2024

A una semana de haber iniciado la ola invernal en Norte de Santander, la Secretaría de Gestión del Riesgo de Desastres del departamento reportó que un total de 17 municipios se han declarado en emergencia, consecuencia de las intensas lluvias que han caído en más de la mitad del territorio.
 
Deslizamientos, remoción en masa, tormenta eléctrica, deslizamiento de banca, inundaciones, creciente súbita y colapso estructural han generado estragos en el departamento, en especial en las vías

Las intensas lluvias que han caído desde hace seis días en el municipio de Mutiscua comprometieron la movilidad en  la vía entre Pamplona y Bucaramanga, luego que en el sector de Las Pavas, se presentara un desprendimiento de tierra, generando un paso a riesgo; al igual que en el kilómetro 98 +717, donde se registra un represamiento de agua de la quebrada La Colorada, que ya se desbordó en días pasados.


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Ana Dolorez Solano, alcaldesa de Mutiscua, alertó a los entes nacionales encargados de atender este corredor vial, como el Instituto Nacional de Vías y la Agencia Nacional de Infraestructura, para que se ocupen de la situación.
 
“Es preocupante lo que se está presentando en la vía, porque si llega a haber un desprendimiento total del talud afectaría la vía terciaria que comunica al municipio con la vía nacional, además dañaría un muro de contención que hay hacia la parte baja y provocaría un taponamiento en la quebrada Las Pavas, ocasionando un problema mayor”, explicó Solano. 
 

Así está la vía Pamplona-Bucaramanga.

Pero además de los traumatismos y eventuales bloqueos que se presentarían en la vía, lo más preocupante para la alcaldesa de Mutiscua, son las personas que viven río abajo. 

En este sentido, señaló que por cuenta de la situación en Las Pavas, en caso de la venida de la montaña están en riesgo alrededor de 800 familias, 700 radicadas en el casco urbano del municipio y 100 a orillas del río; en tanto que 50 hogares están amenazados por un eventual desbordamiento de la quebrada La Colorada. 

Ocho municipios sin luz 

Producto de la tormenta eléctrica con que han venido acompañadas las lluvias, ocho  municipios presentaron inconvenientes con el fluido eléctrico. 

William Vera, secretario de Gestión de Riesgos Departamental, indicó que se trató de los municipios de Cáchira, Sardinata, San Cayetano, Villa Caro, Ábrego, Durania, Cucutilla y Salazar. 

De igual modo, detalló que en San Cayetano se interrumpió el servicio de agua potable debido a la pérdida de bancada, que afectó la línea de aducción hacia la cabecera municipal. Esta situación se presentó tras la crecida del río Zulia, que además pone en riesgo la vía hacia Alto El Escorial y Barrio La Playa. 

En Arboledas, se presentó la crecida del río del mismo nombre y ocasionó pérdida de bancada en la vía hacia el sector Villa Sucre. 
 

Vehículos siguen pasando por el sector Las Pavas a pesar del riesgo por deslizamiento.
Cierre total en la vía a Ocaña

Una de las afectaciones más importantes que han ocasionado las lluvias en Norte de Santander es el cierre total de la vía Cúcuta – Ocaña, a la altura del sector La Sanjuana, en el municipio de Sardinata, donde el puente sobre la quebrada La Remolina se fracturó por la acción de una creciente que afectó sus bases. 

Frente a la situación, técnicos del Invías bloquearon de manera indefinida el tramo comprendido desde el perímetro 01+940 al 01+958 y ya trabajan en dar solución al problema. En el lugar se encuentra la cooperativa Cootramulsar con el apoyo de la Policía de Transito para coordinar vías alternas.

Ante la emergencia vial, la alcaldía de Ocaña gestionaba ante la División de Hidrocarburos del Ministerio de Minas y Energía el abastecimiento de combustibles desde las plantas de Santander para evitar la escasez de la gasolina y el ACPM en las estaciones de servicios.

 La administración local señaló que esta situación demuestra que no se le ha prestado la atención requerida porque no ha tenido las inversiones reclamadas durante los últimos años. “El Gobierno debe decidir unas inversiones estratégicas en este sector”. 


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Transportistas preocupados

El problema de conectividad vial que han provocado las lluvias en el departamento genera una gran preocupación en el sector transporte, pues prácticamente Norte de Santander está incomunicado dado el  cierre en el sector La Sanjuana y el paso a riesgo entre Pamplona y Bucaramanga. 

José Peñaloza, director de Colfecar en Norte de Santander, señaló que “las pérdidas son incalculables por la cantidad de vehículos que quedaron cargados”, dijo y señaló que se están buscando alternativas para redirigir los vehículos por Bucaramanga, aunque esto implique un sobrecosto importante, “entre 500.000 y 600.000 pesos por viaje”, precisó Peñaloza.  

Señaló que la principal preocupación es que se tome el riesgo de enviar los vehículos por la vía Pamplona – Bucaramanga en el estado que está y se presente un cierre total del paso. “Esperamos que el Invías y el Ministerio de Transporte nos puedan apoyar en la reparación del puente en la vía a Ocaña, ya que el daño se ve significativo y  este cierre nos perjudica fuertemente”, sostuvo el director de Colfecar en Norte de Santander. 

Personal de Invías ya trabaja en la  vía a Ocaña.
Riesgo latente en El Tarrita

La intensa ola invernal mantiene encendidas las alarmas en la vereda El Tarrita, comprensión rural del municipio de Ábrego donde los habitantes del sector temen una réplica de la avalancha ocurrida el 31 de mayo del año 2023.

Debido a los torrenciales aguaceros el caudal aumentó y golpeó las barreras de bolsacreto instaladas por la firma KMA Construcciones durante el periodo de mitigación.

El periodo de urgencia manifiesta expiró y ahora el mantenimiento corre por cuenta de Invías mientras se adelantan los estudios y diseños para un nuevo trazado.

 Los damnificados están preocupados ya que puede generarse un nuevo desbordamiento y el proceso de reasentamiento está muy demorado por parte de la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo y Atención de Desastres.

 “El temor es generalizado por un posible desprendimiento de lodo desde lo alto de la montaña, hasta la fecha no se ha remediado la falla geológica en Villa Caro”, indicó el habitante José Luis Jácome Becerra.

 “Los trabajos que se hicieron por parte de la empresa KMA ya están colapsando y en cualquier momento se va la banca de la carretera”, precisó.

 

Las lluvias mantienen alerta en El Tarrita.

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