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Hechos | Cúcuta, una lectura entre luces y retos
Un aspecto crítico es la seguridad, donde la administración municipal ha mostrado una notable falta de liderazgo.
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Domingo, 24 de Diciembre de 2023

En el pensamiento y sentimiento colectivo prevalece una noción de progreso y desarrollo vinculada a dos momentos clave: el inicio y el fin, o, en otros términos, las expectativas y una realidad definida por el cumplimiento de promesas políticas.

La responsabilidad de gobernar, colosal en magnitud, se intensifica en territorios asediados por necesidades permanentes, problemas estructurales y coyunturas diversas que complejizan la eficacia gubernamental, impactando en la gobernabilidad y legitimidad. Este contexto sugiere que los balances no son extremos (ni paradisíacos ni infernales), sino puntos intermedios que requieren fortalecimiento o mejora por parte de los futuros gobernantes.

En la Alcaldía de Cúcuta se resaltan logros significativos y desafíos para la nueva administración. Es crucial destacar tres aspectos globales: primero, la ruta del empleo, que promovió la colaboración entre actores e instituciones, culminando en la creación de la agencia pública de empleo, un recurso valioso para el nuevo alcalde.

Este esfuerzo se complementó con iniciativas de fortalecimiento empresarial y emprendimiento, fundamentales para la próxima administración en su integración transversal con diversas secretarías y programas.


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El segundo aspecto a destacar es la gestión de la migración y la cooperación internacional en un contexto desafiante que excede la capacidad institucional local (sembrando la migración). La articulación y cooperación resultaron claves aquí. Por otro lado, los presupuestos participativos merecen una evaluación en cuanto a sus resultados y aprendizajes, teniendo en cuenta las formas de participación, metodología y difusión.

El tercer aspecto son los ambiciosos proyectos estratégicos, especialmente en infraestructura. A pesar de la visibilidad pública de estas obras, se enfrentaron problemas de ejecución y aprendizajes tardíos en administración pública. Se requiere reajustar algunas obras, como los Corazones de Barrio, para alinearlas con las necesidades comunitarias y mejorar la estrategia de comunicación.

Adicionalmente, no hubo una apropiación por parte de la ciudadanía en un sentido pleno de muchos de estos planes y formulaciones.

Cuatro temas cruciales marcan los desafíos de la ciudad. Primero, la pobreza: según datos del DANE sobre el Área Metropolitana, hubo una notable reducción en la pobreza monetaria y extrema entre 2021 y 2022 (3,9 pp y 5,7 pp respectivamente). Sin embargo, con un 42% en pobreza monetaria y un 12% en extrema, Cúcuta se posiciona como la segunda ciudad con mayor índice de pobreza después de Cartagena, destacándose una mayor incidencia entre las mujeres. Este panorama se refleja en las percepciones ciudadanas, donde la mitad de los encuestados se considera pobre, siendo las mujeres las más afectadas.


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Un aspecto crítico es la seguridad, donde la administración municipal ha mostrado una notable falta de liderazgo. Además, se observa una deficiencia en el control efectivo por parte del Concejo Municipal, más allá de las recientes coberturas mediáticas.

 A pesar de contar con un Plan Integral de Seguridad y Convivencia Ciudadana, no se ha realizado un seguimiento adecuado de las estrategias, objetivos e indicadores estipulados en el mismo. Esta situación ha reducido los debates sobre seguridad a meras escaramuzas, limitadas tanto en contenido como en impacto, en un contexto donde los delitos proliferan y la percepción de inseguridad es alta.

Según el programa Cómo Vamos, más del 74% de los encuestados siente una alta inseguridad, siendo los delitos de homicidio y hurto los que más influyen en esta percepción.

Además, tanto la administración como los debates políticos han abordado la seguridad con una perspectiva limitada, sin reconocer la necesidad de un enfoque más amplio que incluya dimensiones metropolitanas y transfronterizas. Esta limitación ha impedido abordar de manera efectiva la complejidad del problema de seguridad en la ciudad.

Aunque se ha formulado un Plan de Movilidad Sostenible y Segura (PMSS), este ha enfrentado desafíos significativos en términos de comunicación. La responsabilidad de evaluar y gestionar su implementación recaerá en el próximo alcalde, quien deberá abordar estos problemas para asegurar su éxito.

Además, es esencial considerar la necesidad de una gobernanza metropolitana eficaz. Esta gobernanza debe integrar aspectos políticos y económicos entre las diferentes jurisdicciones, asegurando una accesibilidad no decreciente del tiempo, gracias a una infraestructura moderna y sostenible.

La planificación del uso del suelo, la gestión eficiente de los flujos migratorios y, especialmente, la potenciación de la ciudadanía son elementos fundamentales para este enfoque.

Un enfoque metropolitano bien articulado es crucial para enfrentar los retos urbanos contemporáneos y garantizar un desarrollo urbano coherente y sostenible.

El último tema indiscutiblemente es el desarrollo económico. Aunque han mejorado cosas, sigue siendo la piedra angular y transversal a muchos otros aspectos (pobreza, infraestructura y seguridad).

Lo anterior implica un enfoque de gobernanza colaborativa, donde la voluntad política, la capacidad técnica, el conocimiento y el capital social pueden definir un rumbo que trascienda la temporalidad de la planificación territorial. El alcalde elegido debe tomar los aprendizajes de la administración que termina y convocar a adeptos y críticos a construir los cimientos de una Cúcuta que se construye permanentemente en su resiliencia y rebeldía, pero también en su pasividad.

De igual forma, la capacidad de gestión y consecución de recursos, acompañado del fortalecimiento de las finanzas públicas es una condición fundamental.

Las expectativas son muchas, posiblemente acompañadas de cierto pesimismo moderado y optimismo razonable, pero también se necesita una ciudadanía que ayude a reducir la brecha entre expectativa y realidad, que ejerza el control político y que sea la protagonista del desarrollo.

Redacción
Mario Zambrano
Economista, docente y consultor.

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