Miles de personas han salido a la calle este sábado en Francia para protestar contra las nuevas medidas anunciadas por el Gobierno del presidente, Emmanuel Macron, contra la pandemia de coronavirus.
Las marchas, que han tenido lugar en las principales ciudades del país, como París, Marsella, Lyon, Montpellier, Nantes y Rennes, entre otras, han sido convocadas después de que el Ejecutivo impusiera la vacunación de todos los trabajadores sanitarios y el uso de un certificado sanitario para la realización de determinadas actividades.
La Policía estima que más de 100.000 personas se han sumado a las manifestaciones a pesar del riesgo que supone de contagiarse de COVID-19. En París, la capital, se han registrado enfrentamientos con las fuerzas de seguridad, lo que ha llevado a los agentes a hacer uso de gases lacrimógenos contra los manifestantes en varios puntos de la ciudad.
Además, según informaciones del diario 'Le Figaro', varios agentes han sido atacados con proyectiles. Los manifestantes, que aseguran que las protestas van dirigidas contra la obligatoriedad de tener que presentar un certificado COVID y no tanto contra la vacunación 'per se', han lamentado que dicha medida suponga un "desprecio" hacia las "libertades democráticas".
No obstante, la medida fue sometida el viernes a votación en el Parlamento, donde contó con el apoyo de 117 diputados --frente a otros 86 que votaron en contra--. Tal y como indica la norma, habrá que demostrar la vacunación para acudir a bares y restaurantes, entre otras cuestiones.
Tras partir desde la plaza de la Bastilla siguiendo la iniciativa de los 'Chalecos Amarillos', los asistentes han rechazado el llamado "pase sanitario" de Macron, que busca con esta medida incentivar la vacunación entre los más reticentes.
En Marsella, por otra parte, miles de personas han avanzado por las principales calles de la ciudad al grito de "libertad". "La libertad no se inyecta", han señalado algunos manifestantes.
Certificado anticovid en Italia
Miles de personas protestaron en Italia este sábado contra las restricciones adoptadas por el gobierno para las personas no inmunizadas contra el COVID-19, cuando Roma intenta frenar un rebrote de contagios.
"¡Libertad!" y "¡Abajo la dictadura!", corearon los manifestantes que portaban banderas italianas, desde Nápoles a Turín, pasando por Milán, donde los participantes empapados por la lluvia clamaban contra el pase sanitario.
La mayoría no llevaban mascarillas.
El Certificado Verde, que es una extensión del pase sanitario europeo, se requerirá en Italia a partir del 6 de agosto para acceder a cines, museos, piscinas cubiertas o estadios, o para comer en el interior de restaurantes.
Las personas con la pauta completa de vacunación, con un test negativo reciente o que se recuperaron de la enfermedad podrán acceder al certificado.
Una propuesta para extender el uso de este pase a los viajes en tren, autobús o avión será examinada de nuevo en septiembre.
"¡Mejor morir libres que vivir como esclavos!", reza una de las pancartas frente a la catedral gótica de Milán. En otra en el centro de Roma se puede leer "Las vacunas os harán libres", junto a una imagen de Auschwitz.
La decisión del jueves de hacer obligatorio el certificado para algunas actividades impulsó las citas para inmunizarse, con un aumento del 200% en las regiones más pequeñas de Italia, según el jefe de emergencias de covid-19, Francesco Figliuolo.
Italia, uno de los países más golpeados por la pandemia en Europa, informó el sábado de unos 5.000 contagios nuevos y cinco muertes.
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