Luego de disfrutar una noche de fiesta con sus compañeros de trabajo, la vida de Rebecca Hind cambió radicalmente. La mujer, de 39 años y oriunda de Inglaterra, hoy vive sin 13 órganos en su cuerpo y con los días, prácticamente, contados.
Todo comenzó en 2018 cuando, repentinamente, el abdomen de Rebecca comenzó a inflamarse constantemente y su peso aumentó, pese a llevar una vida saludable. Ante dicha situación, la mujer optó modificar sus hábitos de ejercicio sin darle mucha relevancia al tema, señalan medios internacionales.
Sin embargo, en diciembre sufrió una una intoxicación alimentaria tras asistir a una fiesta navideña, que había sido organizada por la empresa donde laboraba, desde ahí la su salud comenzó a empeorar.
“Después de nuestra comida de trabajo de Navidad de 2018, algunos nos sentimos mal, pero mientras otros se recuperaron rápidamente, yo seguía enferma ocho semanas después”.
Rebecca Hind acudió al médico y luego de una serie de análisis le dieron un diagnostico desalentador, en su abdomen estaban creciendo tumores cancerosos. El diagnostico específico fue pseudomixoma peritoneal (PMP), una condición poco común en la que se acumula mucina, un líquido canceroso, en la cavidad peritoneal.
“Después de una tomografía computarizada y biopsias, me enteré que tenía PMP y que estaba muy extendido”, reveló la mujer, según citó el diario The Sun.
Ante la gravedad del caso y con el propósito de salvar la vida, Rebecca fue sometida a ocho sesiones de quimioterapia y a una cirugía para extirparle la apéndice, el ombligo y el epiplón menor. En ese momento toda salió bien y el cáncer aparentemente había desaparecido.
Pero, la felicidad no le duró mucho. “El cáncer había regresado y era incurable. Fue desgarrador”, detalló al citado medio.
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Rebecca nuevamente debió someterse a una cirugía, que duró cerca de 12 horas, y fu considera por los médicos como ‘la madre de las cirugías’, puesto que le extirparon el epiplón mayor, la vesícula biliar, el bazo, el intestino grueso, el útero, los ovarios, las trompas de Falopio, el cuello uterino, el recto, una parte del estómago y del intestino delgado, la capa superficial del hígado y ambos lados del diafragma.
Pese a la extracción de los órganos, no fue suficiente. El cáncer continuó el organismo de Rebecca y medicamente las posibilidades se agotaron, la enfermedad se volvió incurable.
“Pasé por una menopausia quirúrgica a los 35 años, fue un ataque al cuerpo. Como parte de la cirugía, me aplicaron quimioterapia líquida calentada, conocida como HIPEC, para atacar las células cancerosas restantes y estas formaron una ileostomía”, relató según The Sun.
En los últimos años hizo parte de algunos ensayos clínicos para tratar el cáncer, pero contrario a mejor terminaba enfermándose más.
Rebecca, ex instructora de actividades al aire libre, ahora intenta experimentar todo lo que puede, además de concienciar sobre el PMP. Dijo: “Intento hacer cosas para tener una vida ‘normal’, pero con modificaciones”.
La mujer, quien diariamente enfrenta valientemente el cáncer tomando entre 50 y 60 pastillas, concluyó asegurando que: “Este año cumplo 40 años y quiero decir que sí a todo: hasta ahora he practicado surf, he ido en globo aerostático y he paseado en trineo tirado por perros”.
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