La Fundación de Palmicultores del Catatumbo, Funpalcat, obtuvo el Reconocimiento a la Sostenibilidad Palmera, en la categoría de Fundaciones de la Agroindustria, gracias a su proyecto Iniciativas Comunitarias, una propuesta que transforma la vida rural en Tibú, Norte de Santander, a través de obras sociales de alto impacto.
Este reconocimiento, otorgado por Fedepalma, exalta a las organizaciones que promueven prácticas ambientales y sociales responsables. La categoría premia a fundaciones que, desde la agroindustria, lideran proyectos sostenibles. En esta edición se postularon 22 iniciativas, e Iniciativas Comunitarias fue elegida como la ganadora por su alcance y articulación.
“Es un logro colectivo. Este premio es para las comunidades que han creído y trabajado con nosotros. Ver sus necesidades convertirse en realidades nos emociona profundamente”, expresó Andrea Ortiz, directora de Funpalcat, durante el 53º Congreso Nacional de Palmicultores, en Cali.
Iniciativas Comunitarias ha sido ejecutada durante los últimos cuatro años en las zonas rurales de Tibú, donde ha permitido construir o rehabilitar 12 obras comunitarias: aulas escolares, comedores, baños, salones comunales, cerramientos y parques. A pesar de los desafíos, la fundación mantiene dos proyectos más listos para ser entregados.
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La metodología parte de un ejercicio participativo: líderes comunitarios postulan proyectos prioritarios, que luego son evaluados y sorteados públicamente en asambleas con veeduría de juntas comunales y parroquias. “Así aseguramos que los recursos lleguen donde más se necesitan y con transparencia”, explicó Ortiz a La Opinión tras recibir el galardón.
El trabajo ha sido posible gracias a una red de aliados: la alcaldía de Tibú, cooperación internacional como USAID, empresarios y palmicultores del Catatumbo. La comunidad aporta mano de obra no calificada y la fundación coordina la ejecución. Cada obra es resultado de una alianza que fortalece la confianza local.
“El equipo de la Funpalcat es pequeño, pero cuenta con el respaldo total de Palnorte. Si necesitamos un técnico, un ingeniero o transporte, los 250 empleados de la empresa responden. Esa disposición ha sido fundamental para cumplir con cada entrega”, indicó la directora de la Fundación.
El proyecto también ha creado un banco de propuestas comunitarias, que se renueva cada año a partir de la Mesa de Valor Social, un espacio de diálogo con juntas de acción comunal, líderes locales e instituciones. Desde allí nacen nuevas ideas y se construyen puentes para seguir apostando por el desarrollo rural.
“Cada vez que entregamos una obra, dejamos esperanza. Hemos visto lágrimas de emoción en comunidades que esperaron por décadas. Este premio es un homenaje a ellas, a su paciencia, a su lucha y a su dignidad”, dijo Ortiz.
Con este galardón, Funpalcat se posiciona como un referente nacional en sostenibilidad palmera con enfoque comunitario. Iniciativas Comunitarias demuestra que el desarrollo rural sí es posible cuando hay voluntad, transparencia y trabajo colectivo desde el Catatumbo.
Certificaciones
Fedepalma también hizo un reconocimiento a Palmicultores del Norte y Aceites y Grasas del Catatumbo, como empresas certificadas en estándares de sostenibilidad en la zona norte.
Esta es una de las maneras de visibilizar los avances de las empresas palmeras en la adopción de mejores prácticas de sostenibilidad que han sido certificadas en el último año.
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