El paso por el deprimido que conecta Cúcuta-El Zulia, en el anillo vial, contratado por la Agencia Nacional de Infraestructura con la Concesionaria San Simón, produce miedo antes que seguridad.
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Todos los conductores que transitan por allí, bien sea en el sentido Cúcuta-El Zulia, o por el anillo vial, sentido Sur – Norte, manifestaron a La Opinión que lo hacen porque no hay otra vía para transitar. “No tenemos otra alternativa que pasar por allí, pese a que tememos que en cualquier momento se desplome el talud a ambos lados de ese paso elevado”.
Esto, porque una vez San Simón entregó la obra empezaron a agrietarse los taludes porque los amarres o blindajes que se hicieron para protegerlos se rompieron y están expuestos al agua.
El caso es que en el sitio no se han aparecidos los obreros de San Simón a brindar la solución que hace cinco meses manifestaron que darían.
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La socavación de los taludes es crítico en ambos costados del deprimido, y se corre el riesgo de que con las lluvias que han caído en los últimos días en esa zona se puedan debilitar los estribos de un costado del puente.
“A primera vista se puede observar que el blindaje de los taludes quedó mal hecho”, dijo Alejandro Centeno, conductor de carga que viaja por ese deprimido constantemente desde Cúcuta hacia el interior del país.
Esa obra tuvo un costo de 9.500 millones de pesos y tardó alrededor de 12 meses para su construcción.
Lo que solicitan los conductores que transitan por allí es que se ofrezca una solución antes de que ocurra una tragedia dada la alta transitabilidad de vehículos.
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Esta intersección con cuatro conectantes, permite la circulación hacia Los Patios, Puerto Santander, Cúcuta, y El Zulia. La misma ha reducido los riesgos de accidentalidad y mejorado el flujo de vehículos de este punto.
La obra hace parte de un conjunto de obras que llevó a cabo en el área metropolitana la Concesionaria San Simón y que corresponden al deprimido en el cruce de la autopista San Antonio con la avenida Rotary (conocida como prolongación avenida Cero) y la glorieta en la intersección del anillo vial con la vía a Puerto Santander, que en total tuvieron un costo aproximado de 12.300 millones de pesos.
La ANI le dijo a La Opinión en marzo pasado que San Simón se encontraba adelantando los estudios para determinar la estabilidad de los taludes y definir qué obra se debe realizar allí.