Ante el incremento de habitantes de calle en la ciudad de Cúcuta, líderes comunales y residentes de la comuna 2 decidieron lanzar la campaña 'Ni un peso más, no patrocine su entorno', con el objetivo de invitar a los ciudadanos a que se abstengan de dar limosnas a esta población.
Carlos Gamboa, presidente de la Junta de Acción Comunal (JAC) del barrio Quinta Oriental, aclaró que no se trata de una acción de discriminación, sino al contrario, de una estrategia para dejar de ser cómplices de los expendedores de alucinógenos porque en la mayoría de los casos, el dinero que reciben los habitantes de calle es destinado a la compra de licor y/o estupefacientes.
“Si uno sigue dándoles limosna nunca vamos a acabar con esa problemática, que sabemos no es culpa de ellos, pero cuando se den cuenta que ya nadie les aporta nada, entonces les tocará ir a buscar ayuda en albergues o fundaciones”, dijo Gamboa.
La comunidad señala que, aunque en varias oportunidades les brindan ayuda con un plato de comida, esto se sale de control cuando “ellos lo ven como una obligación y llegan todos los días a que la gente les de algo, ya sea dinero o comida, y si no se les da nada entonces nos gritan y nos amenazan con robarnos”, dijo otro líder del sector.
De acuerdo con información del Departamento Administrativo de Bienestar Social, en la ciudad hay más de 2 mil habitantes en condición de calle, de los cuales, aproximadamente, 800 se han beneficiado de las ayudas que ofrece la administración municipal a través del Centro de Atención Integral para Habitantes de Calle.
Quienes llegan allí lo hacen de manera voluntaria. La Corte Constitucional ha determinado que las personas que han tomado la decisión voluntariamente de estar en la calle no pueden ser obligados a un proceso de rehabilitación.
Los líderes barriales, en articulación con la Secretaría de Seguridad Ciudadana y la Policía Metropolitana de Cúcuta (Mecuc), adelantan mesas de trabajo para tratar las problemáticas de inseguridad y mitigar la situación.