Cuentan los habitantes del barrio El Contento, en la comuna 1 de Cúcuta, que en los primeros años habitó una prestigiosa dama llamada Solange Galvis en un reconocido predio del sector de Miraflores, en la avenida 14 entre calles 11 y 12. Hoy, es solo un lote demolido que se presta para inquietar a sus vecinos ante el foco de inseguridad que genera.
Martha Cecilia Trujillo, edil de la comuna 1 y representante del barrio, expresó que todos los días son testigos de un desfile de habitantes de la calle, quienes en su paso hacia las ‘ollas’ ocultas en los barrios San José y Santo Domingo, de la comuna 10, atraviesan el barrio e incluso se valen del abandono del lote demolido para refugiarse en esta “tierra de nadie”.
En el pasado, aseguran los vecinos, el lote era un punto de referencia y símbolo histórico de El Contento. Solange Galvis vivía allí junto a su esposo, en un matrimonio próspero, dueño de un terreno mucho más grande de lo que es hoy. Con el paso del tiempo, Solange lo fue vendiendo poco a poco, de manera que se quedó solo con un tramo de 380 metros. Nunca tuvo hijos, sino una hijastra de parte de su esposo.
Pero ante problemas personales que agobiaron su vida, Solange decayó conforme veía el sol salir y volver a caer cada día, y con los años, su casa también se vino abajo, hasta que tomó la apariencia deteriorada de un hogar abandonado.
Fue entonces cuando Solange decidió ir de un lado a otro sin rumbo fijo y recorrer las calles de Cúcuta en su desconsuelo. Cada día regresaba antes de caer el sol con un nuevo objeto que almacenaba en su hogar, hasta que el sitio se convirtió en una acumuladora de desechos.