Cuenta la historia que el 16 de julio de 1851 nació en Cúcuta el primer barrio de estrato alto de la ciudad, donde ciudadanos pudientes y personajes destacados pudieran vivir a la plenitud de su clase, rodeados de tradición y el distinguido estilo arquitectónico de sus fachadas coloniales, a pocos metros de la terminal del ferrocarril y el descomunal ícono religioso en honor a San Antonio de Padua.
El nombre del barrio, de acuerdo con Lennin Eduardo Meza, edil de la comuna 1, se remonta a la llegada de uno de sus fundadores, quien, recién arribado de los llanos hermanos de Venezuela, en Carora, Estado Lara, se estableció en esta tierra.
El terreno, el clima, el paisaje y la calidad de su gente se le asemejaban mucho a su hogar, razón por la que decidió llamar a su tienda como el barrio que se conoce hoy: El Llano.
De aquel caserío del que inició una importante expansión urbanística en Cúcuta aún quedan rezagos en resistencia a perderse en el tiempo, por eso algunas casonas todavía conservan su estilo antiguo y han logrado mantenerse en este barrio que ronda los estratos 3 y 4.
No solo su característico movimiento comercial se vive en él ahora, sino desde aquellos tiempos en los que el tren atravesaba la avenida octava, justo por el parque que ahora rinde honor a una de las heroínas de la independencia colombiana Mercedes Ábrego de Reyes. Pero no siempre fue lo que es hoy. Primero funcionó como el Cementerio Central, hasta que sus puertas fueron clausuradas en una mañana del 1884 para convertir el terreno en una plaza de toros.
Luego, allí en el parque, cuando el respetable estruendo de las campanas se extendía como un manto sagrado por las calles, jinetes y nobles solían amarrar sus caballos en la seguridad de las rejas que rodeaban el sitio, mientras iban a celebrar la eucaristía.
Habitantes como Luis Eduardo Meza recuerdan la presencia de la primera textilera de Cúcuta, que se ubicó en la calle 6, entre avenidas 9 y 10, y que funcionó hasta poco después del gran terremoto del 18 de mayo de 1875, porque así como muchas otras casas fabricadas con bahareque, parte de sus paredes se vinieron abajo.