Petro no fue al archipiélago y no cumplió la cita. Uno mira hacia atrás y encuentra lecciones del cada día y pone la imaginación a trabajar.
Nos habría gustado imaginarlo parado en Rocky cay en Sound bay, si hubiese ido a recibir el fallo de La Haya, manoteándole al líder raizal Showad Stephenson Smith y cruzándose los más horribles y soeces improperios.
Tal como lo hacía el Expresidente dictador Omar Torrijos en Panamá, cuando estresado se iba a refugiar a su islote preferido y madrugaba a mirar el amanecer, donde se le aparecía un infaltable pescador que le gritaba toda clase de injuriosas palabrotas e insultos. Torrijos se trenzaba con el hombre e Intercambiaban entonces sus miserias, hasta que un día la guardia costera disuadió a Torrijos y al puntual pescador del peligro que corrían ambos.
Pero bueno, la pregunta es ¿Por qué no fue el Señor Presidente a San Andrés? El fallo definitivo de La Corte Internacional de Justicia de La Haya es de una importancia trascendental, tras 22 años de las absurdas pretensiones nicaragüenses, que pretendían extender la plataforma continental más allá de las 200 millas náuticas. Simbólicamente se justificaba la presencia del Señor Presidente Gustavo Petro. Pues San Andrés no tendrá el destino frívolo que tuvo Panamá por la Perrilla de Marroquín.
En 1977 con el tratado Torrijos –Carter, se terminó la presencia colonial americana y el canal fue panameño. López Michelsen que fue el mediador involucró a Rafael Caldera y se resarció tardíamente a Colombia que pudo volver a cruzarlo. No lo hacíamos desde el gobierno de Marroquín de quien se decía que por andar escribiendo un libro que no se vendía, engendró en cambio un hijo que se vendía demasiado y no se dio cuenta de la pérdida de Panamá.
El Presidente Petro, luego del frustrado anuncio y el desplante de Medellín, que dejó esperando a los ministros en CATAM, tal parece que irá hoy 20 de julio a San Andrés. Dios lo guarde y lo ilumine y le dé el don de la Ubicuidad porque lo necesita.
Hoy es un día congestionado para el Señor Presidente. En las horas de la tarde Instalará el Congreso de la República y presidirá el tradicional desfile de las fuerzas armadas en Bogotá y en la mañana estará en el Archipiélago de San Andrés leyendo el mensaje de unidad nacional y la reafirmación de la soberanía.
Adenda: La sátira anecdótica de Torrijos y el pescador, muy cierta, la trae Luis Alberto García Jiménez en su obra de teatro de 1937 “I Took Panamá”. Que está en la Librería Panamericana.
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