En la Plaza Botero, en el museo de cielo abierto qué lleva su nombre y donde se encuentran buena parte de las obras que el maestro le donó a su tierra natal, los antioqueños le rindieron homenaje a Fernando Botero.
Tributo a la vida y obra del maestro paisa, representante del arte y la cultura antioqueña ante el mundo, quien falleció en la madrugada de este viernes a sus 91 años.
El alcalde Daniel Quintero Calle, junto a un grupo de silleteros, la Red de Escuelas de Música y la comunidad, puso una ofrenda floral a la escultura ‘La cabeza de hombre’, una de las 23 obras que están al aire libre en la plaza y que fueron donadas por el artista.
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“Hoy nos reunimos para rendirle un homenaje a la vida de uno de los hombres, a uno de los hijos más grandes de esta tierra antioqueña, cuya grandeza se asemeja a la de nuestras montañas: Fernando Botero. Sus obras son parte de nuestra cultura, son puntos cardinales, así como las montañas, así de inmensas y así de importantes cuando necesitamos orientarnos. No seríamos lo que somos sin él, sin lo que nos ha dado. Las obras de Botero hacen parte de lo que somos como individuos, de una manera tan arraigada como nuestra forma de hablar, como nuestro himno, como nuestro metro, como todo aquello que amamos y que nos hace sentir orgullosos de lo que somos”, dijo el mandatario durante el homenaje.
En el acto simbólico, diez niños y niñas de Buen Comienzo encendieron una vela e hicieron un plantón con carteles de agradecimiento al artista por su apoyo en la apertura del centro infantil ‘Casa del Encuentro’ , dentro de las instalaciones del Museo de Antioquia, donde, además, tienen contacto con el arte y con grandes creadores de Medellín.
“La Plaza Botero, en estos siete días, va a tener presencia permanente de las autoridades. Esperamos recibir a millones de personas que vengan a conocer, a brindarle, a hacerle tributo a sus obras. Esa es la mejor forma de reconocer el trabajo, el legado de nuestro maestro Botero”, agregó el alcalde Quintero Calle.
La ciudad cuenta con 29 esculturas y 188 obras que fueron donadas por Fernando Botero.
Será enterrado en Italia
“Mi papá quería que sus restos permanezcan en Pietrasanta”, así confirmó Lina Botero, hija del maestro Fernando Botero, que los restos del artista antioqueño más universal, serán sepultados en Europa, donde vivió gran parte de su vida.
Su última morada será Pietrasanta, una villa al norte de la Toscana italiana donde el artista tenía uno de sus estudios. Además, de estar ligado a sus obras, fue un lugar muy importante para él, como para Sophia Vari, su esposa, quien murió el pasado mes de mayo y que está sepultada en ese lugar, “en un cementerio pequeño, bellísimo, a las afueras del pueblo”, contó Lina Botero.
Sobre las exigencias para su funeral, la hija del artista contó que nunca pidió algo especial para despedirlo. “Mi papá era la persona más sencilla del mundo. Nunca hablamos de eso”, dijo y reiteró que lo único que había pedido era ser sepultado en Pietrasanta. Su padre tampoco pidió algún epitafio en su tumba para ser recordado.
Anécdotas y curiosidades
En más de 70 años de trabajo artístico son muchas las anécdotas y curiosidades que se pueden contar del maestro Fernando Botero.
La mayor parte de su vida su residencia estuvo entre Estados Unidos, Italia, Francia o el principado de Mónaco, donde no solo tenia sus talleres, también dejo su sello entregándole a las ciudades algunas de sus más hermosas obras.
Hace algunos años, junto a sus hijos, empezaron la tarea de hacer el inventario de todas sus propiedades, y entre los documentos encontraron una bodega en Nueva York de hace más de 40 años que el maestro había olvidado que tenía.
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Tras el fallecimiento, Radamel Falcao García compartió una serie de fotografías y videos con el maestro Botero, con quien compartió en varias oportunidades.
Falcao jugó para el equipo de Mónaco que compite en la primera división de la Liga Francesa, ciudad en la que Fernando Botero vivía, tenía su taller de pintura y pasaba buena parte del año. Falcao no dudó en obsequiarle una camiseta del Mónaco autografiada, mientras que Fernando Botero lo hizo con un libro en edición de lujo sobre su exposición en China.
Pero no solo eso, además de firmarlo, dibujó la forma ‘boteriana’ de un tigre, lo que emocionó hasta las lágrimas al histórico jugador colombiano.
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