Virólogos alemanes de la Universidad de Ulm (sur del país) detectaron por primera vez la presencia del nuevo coronavirus en la leche de una mujer infectada de COVID-19, aunque no ha quedado demostrado que el patógeno se pueda transmitir a través de la lactancia.
Según un comunicado publicado por la universidad, los científicos analizaron la leche de dos mujeres que desarrollaron síntomas tras compartir una habitación de hospital después de dar a luz; tanto ellas como sus recién nacidos dieron positivo en el test de COVID-19.
El análisis, cuyos resultados fueron publicados en la revista británica “The Lancet”, reveló que, mientras que en la muestra de la madre que enfermó primero no había trazas de RNA viral, la leche de la segunda -que notó los síntomas una vez recibida el alta- dio positivo cuatro veces seguidas.
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Una vez que sospechó que tenía el virus, esta mujer comenzó a utilizar mascarilla al sostener al recién nacido y a desinfectarse las manos y el pecho, así como el biberón que empleaba en ocasiones; sin embargo, ello no es prueba suficiente de que el bebé se infectara a través de la leche y no por el contacto físico.
“Nuestro estudio demuestra que el SARS-CoV-2 puede estar presente en la leche de mujeres lactantes con infecciones agudas. Pero no sabemos con qué frecuencia ocurre, ni si los virus que se encuentran en la leche son infecciosos y pueden ser transmitidos al bebé“ declaró el profesor Jan Münch, del Instituto de Virología Molecular de Ulm.
El comunicado de la Universidad especifica que, pasados catorce días, tanto la madre como el bebé se recuperaron por completo de la infección.
La forma habitual de transmisión de la COVID-19 son las gotitas de saliva que se expulsan al hablar; la Organización Mundial de la Salud no recomienda interrumpir la lactancia directa en caso de una infección, salvo que la madre presente síntomas severos que lo hagan imposible para ella.