Los venezolanos en el extranjero son los que más compran viviendas en el estado Táchira (Venezuela), lo que ha permitido que este sector de negocios se mantenga vivo en la región y sea una de las principales fuentes generadoras de empleo actualmente.
Sin embargo, la migración venezolana hace que muchas personas rematen sus bienes para irse del país y disminuyan los precios de los inmuebles.
Así lo dio a conocer Yelitza Rodríguez, vicepresidenta de la Cámara Inmobiliaria del Táchira y bróker de Remax en San Cristóbal, quien refirió que constantemente están haciendo negociaciones de alquileres, sobre todo de viviendas, debido a que muchos venezolanos en el exterior desean volver al país, pues ven la oportunidad de comprar una propiedad y mejorar el nivel de vida.
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Mucha gente afuera ha logrado sacar a sus padres de zonas populosas, tras adquirir casas o apartamentos en conjuntos residenciales, añadió.
La representante del sector enfatizó que hasta ahora no se ha visto el interés de los colombianos en comprar propiedades del lado venezolano, toda vez que del lado colombiano pueden comprar con créditos a varios años de plazo para pagar. Cuestión que en Venezuela no existe, ya que se debe comprar con el dinero de contado.
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Por ello, las grandes expectativas que tenían de un mayor dinamismo en el área tras la apertura de frontera con Colombia no se han logrado. Hasta el momento no ha habido un aumento significativo de las negociaciones como tal.
Apuntó que por ahora se están moviendo más los alquileres residenciales, mientras que la parte comercial se encuentra estancada, sin el auge esperado.
Más oferta que demanda
“Hay muchas propiedades que están en el mercado en oferta, tanto para venta como para alquileres, pero la demanda no es tan alta, hay mucho más ofertas que demanda”, detalló.
Un inmueble que hace 20 años costaba 100.000 dólares, hoy cuesta 40.000 dólares, especificó la bróker.
La mayor cantidad de oferta ocasiona que los precios de los inmuebles tengan que competir y estar muy por debajo del valor real, aunque en el último año ha habido un pequeño repunte en los precios de aproximadamente un 10%. Sin embargo, no es un precio sostenido.
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En cuanto a los alquileres, en Táchira pueden variar de acuerdo a la zona, con costos que oscilan entre 150 y 500 dólares, dependiendo del tipo de vivienda y su ubicación.
Pero los inmuebles de uso comercial no se están alquilando con mucha frecuencia, en razón al costo operativo que está afectando actualmente al sector empresarial. Además, en este momento muchos de los comercios se llevan a cabo de manera digital o virtual.
En Venezuela tomar un inmueble en alquiler supone la entrega de varios meses de depósito, múltiples requisitos que demuestren que puede cumplir con los pagos y mantenimiento de las propiedades, refirió Rodríguez.
En Ureña y San Antonio, pese a que se acercaron personas al principio averiguando precios, hasta ahora no se registró ningún aceleramiento ni crecimiento, apuntó.
Rodríguez recordó que los inmuebles en venta en la región son de segunda mano, ya que el sector de la construcción está totalmente paralizado. No se construye porque sale más caro que comprar una vivienda terminada.
Rodríguez destacó que el negocio inmobiliario se ha convertido en una fuente de empleo.
Tan solo en su oficina de Remax hay más de 200 vendedores. Mucha gente ha tenido que reinventarse. Hay diversidad de profesionales laborando con la venta de inmuebles, logrando obtener ingresos para vivir con cierta comodidad.
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